El nuevo sindicalismo ve una sociedad más preparada y móvil

«Las funciones sindicales que emanan de la Constitución han contribuido a la llamda modernización del movimiento sindical, la canalización del conflicto capital/trabajo por cauces no dañinos; el acuerdo colectivo como esencia de la regulación de las condiciones de trabajo y la progresiva autonomía del movimiento sindical». La reflexión es de José María Fidalgo, secretario general de CC.OO. «No ha sido una evolución fácil. Somos un país con muchas desigualdades que todavía hoy sufre las secuelas de largas etapas sin libertad». El líder sindical considera que uno de los logros de estos últimos 25 años de Constitución es la «apertura de nuestra sociedad, entendiendo por eso la movilidad social que se da por la universalización de la educación o la garantía de protección de las personas ante el desempleo o la enfermedad». Donde no encuentra ese mismo avance es en el empleo, «donde hay que detenerse ante su baja calidad». En la conferencia que ofreció recientemente en el Club Siglo XXI, que no trascendió pese a su brillantez, se refiere a la rebaja generalizada del coste laboral, a la escasez de inversión pública y privada para mejorar el mercado y a la necesidad de enmarcar el texto español en una Constitución europea.