La «poca confianza empresarial» en los afectados por esquizofrenia obliga a buscar empresas y mercados propios
Cuando trabajar no es sólo terapia
Alfaem creará un centro para la inserción laboral de enfermos mentales en León
El 70% de los familiares de afectados creen que los enfermos mentales podrían insertarse laboralmente, pero perciben que «existe poca confianza empresarial en el colectivo» y una gran parte manifiestan que serían necesarios más puestos adaptados a su enfermedad. Los trabajos en cadena son los más adecuados para una parte de estas personas, aunque un pequeño grupo sólo podrá desarrollar actividad laboral en un centro ocupacional, sin las exigencias productivas de un puesto de trabajo. El centro ocupacional La Senda, fue fundado hace once años por la Asociación Leonesa de Familiares y Amigos de Enfermos Mentales (Alfaem). En la última asamblea del colectivo, que agrupa a más de mil socios, se aprobó la creación de una sociedad limitada para poner en marcha, durante el 2004, el segundo centro especial de empleo para personas con enfermedad mental en la provincia. El primero ya funciona, con tres empleados, en la unidad de rehabilitación de Santa Isabel. En los talleres de manipulado, carpintería y tapicería trabajan 40 personas, pero carecen de contrato y un sueldo fijo. La finalidad del centro ocupacional es proporcionar «hábitos de trabajo y cierta capacitación profesional» a los usuarios, pero después de diez años de experiencia «al menos un parte de los usuarios pueden aspirar a una integración laboral plena», precisan los monitores. El 28% acuden de lunes a viernes entre las 9.30 y las 18.30 horas y el 23% sólo en jornada de mañana. La adaptación a este nuevo horario en el último año se considera aceptable, lo que aumenta la confianza en el futuro funcionamiento del centro especial de empleo. Para las personas que viven fuera de León acudir al centro ocupacional -en el 33% de los casos la actividad ha sido aconsejada por profesionales de salud mental- «es un sacrificio porque lo que se les puede pagar aquí es una propina mensual y no les alcanzaría para pagar el autobús si vinieran diariamente», precisan. Se cuentan con los dedos de la mano los que hasta ahora han conseguido un puesto de trabajo protegido -seis- y menos aún los que logran entrar en una empresa normalizada. «Dentro de las discapacidades las personas con enfermedad mental están aún más marginadas porque, especialmente la esquizofrenia, se entiende mal», aclara Ascensión Sedano, presidenta de Alfaem. La asociación cree que ha llegado el momento de dar el salto de centro ocupacional a centro especial de empleo. La media de edad de los usuarios cada vez es más alta, apunta la coordinadora, Rosa Conde. «Muchos se están quedando solos y su familia empieza a ser Alfaem». Actualmente hay en la provincia de León 35 centros especiales que dan trabajo a casi medio millar de personas con discapacidades, según datos del Servicio Público de Empleo de la Junta. Como paso intermedio, durante el pasado curso se impartieron de formación y talleres prelaborales en los que participaron el 54% de los usuarios del centro ocupacional. El 89% están convencidos, según una encuesta de la asociación, de que con las nuevas habilidades podrían asegurarse una futura inserción laboral. Las trabas Pero todavía ven dificultades como la sintomatología de la enfermedad (30%), la ausencia de experiencia laboral (17%), el miedo a perder la pensión (17%) y el temor a nuevas recaidas (14%). Los beneficios, para los que puedan adaptarse, se consideran mayores: «En el futuro tendrán una pensión digna y no dependerán de una pensión no contributiva que, para ser independientes, no les da para cubrir los gastos de tabaco», añaden los monitores. El desconocimiento de la nueva rutina es uno de los principales temores que aflora entre los usuarios. «La edad media de los usuarios está aumentando, muchos se están quedando solos y ahora su única familia es Alfaem» ROSA CONDE, coordinadora de Alfaem