Cerrar

El Gobierno opta por las lanzaderas, que serán rígidas y se vaciarán sumergidas por bombeo

Repsol retoca el plan «Prestige» para evitar riesgos en la extracción Más supuestos para indemnizar En la popa del buque se utilizarán técnicas de biorremediación

El vaciado del 90 por ciento del fuel contenido en los tanques de proa durará cinco meses

Publicado por
Pablo González - redacción ep | madrid

Creado:

Actualizado:

El Consejo de Ministros suscribió ayer las recomendaciones de los técnicos de Repsol y aprobó que el sistema de extracción por lanzaderas sea el proyecto con el que se intentará neutralizar los pecios del Prestige . No obstante, el plan original con bolsas plásticas ha sido sensiblemente retocado en su fase final: la recepción del fuel en superficie. La experiencia adquirida en el ensayo realizado en octubre ha aconsejado el uso de recipientes rígidos construidos con aluminio marino que, con el objetivo de vacunar el operativo contra la inestable meteorología de la zona, no serán recibidos en superficie. Así las lanzaderas permanecerán sumergidas durante toda la operación y su vaciado se realizará mediante una tubería flexible que desde un buque tanque se conectará a la parte superior del contenedor, situado a una profundidad de 40 metros. La extracción se realizará por bombeo, aunque los recipientes podrían ser remolcados a puerto para su vaciado si este sistema falla. El resto del operativo sigue intacto pues su viabilidad quedó demostrada en la prueba, pero se evita el «tiempo excesivo» que se invertiría en la recuperación de los contenedores en superficie. Repsol elude así cualquier riesgo tras el incidente ocurrido durante el ensayo, cuando la bolsa con 125 toneladas de fuel se rompió mientras era remolcada al buque receptor. El vicepresidente ejecutivo de Repsol, Miguel Ángel Remón, confirmó que el operativo durará cinco meses y estará finalizado como muy tarde en septiembre del 2004. Aparte de la flexibilidad del modelo de extracción por diferencia de densidad, los técnicos tuvieron en cuenta el factor tiempo, pues la marquesina del plan alternativo no estaría construida hasta el 2005. Presupuesto Tanto los representantes del Gobierno como el presidente de Repsol, Alfonso Cortina, insistieron en que el factor económico -el plan con lanzadera es más barato que el de la marquesina- no fue decisivo a la hora de decantarse por uno de los proyectos. Hasta el momento, los programas de ingeniería, los operativos en el lugar del hundimiento y el ensayo han costado ya 32 millones. La solución final prevista para primavera ronda los 66. El comisionado del Prestige , Francisco Uría, abogó por que estos gastos sean abonados por los «responsables» de la catástrofe. El Consejo de Ministros aprobó ayer un Real Decreto que modifica y amplía otro del pasado 1 de agosto, que fijaba las cantidades por las que el Ministerio de Hacienda podría llegar a firmar acuerdos transaccionales con los perjudicados por el siniestro del buque Prestige que voluntariamente lo aceptaran. Esta modificación amplía esta posibilidad a los supuestos de armadores no embarcados y a las cofradías de pescadores que dejaron de percibir ingresos procedentes de sus miembros durante los períodos de veda, el sistema de estimación objetiva de daños indemnizables siempre que hubieran recibido ayudas de alguna Comunidad Autónoma. Los técnicos encargados de la solución definitiva renuncian a emplear las bolsas lanzadera en el pecio de popa, donde tan sólo restan 700 toneladas de fuel, frente a las 13.000 que quedan en la proa del petrolero. Según confirmó el director técnico de Repsol, Ramón Hernán, el hidrocarburo de popa se encuentra «demasiado repartido», por lo que no se considera factible utilizar un método tan complejo para una cantidad mínima de fuel. Para esta parte del petrolero, la compañía petrolera utilizará técnicas de biorremediación que se aplicarán en colaboración con los especialistas en biodegrada-ción marina de la Universidad de Texas (EE.UU.). La utilización de bacterias en tanques cerrados para degradar el hidrocarburo también se aplicará en la proa una vez utilizadas las lanzaderas. Repsol cree que un 10% del fuel permanecerá en los depósitos tras el operativo y la única solución posible es la biorremediación. El pasado verano, los científicos ya tomaron muestras de fuel, agua y sedimentos para comenzar a realizar pruebas con bacterias que resistan la presión existente a 4.000 metros de profundidad.

Cargando contenidos...