El tren rápido coloniza la montaña

Aun sin ser oficial, en los pueblos ya se sabe que el «ministro asturiano» pondrá la primera dovela de la variante de Pajares después de Reyes y antes de finalizar enero. Ya se sabe en qué parcela se instalará la carpa. Será unos metros antes del punto exacto donde se comenzará a perforar las entrañas de la montaña, de la que se extraerán dos millones de metros cúbicos de roca (4.400 millones de kilos) para abrir el paso de los dos túneles del AVE que unirán el Principado y la meseta por el macizo de Pajares. Se trata de una de las obras de ingeniería civil más complejas del nuevo plan de infraestructuras de España y, según la Asociación Leonesa de Amigos del Ferrocarril, el único paso de características alpinas construido en Europa para acceder a una región y no a otro país, como ocurre con los túneles abiertos entre Suiza e Italia. La adjudicataria de la primera fase de los trabajos, la UTE de FCC y Necso, ya ha puesto en marcha a sus primeros operarios y ya tiene local para sus oficinas. Una vez que el ministro Francisco Álvarez Cascos coloque la primera traviesa, se ejecutarán una serie de obras para adecuar la difícil orografía a las necesidades del parque de instalaciones desde donde se coordinarán todos los trabajos. Para ello, informaron fuentes de Fomento, será necesario explanar varias hectáreas de terrenos con voladuras. Más de medio año de montaje Estas tareas previas se llevarán a cabo en el área conocida como La Gretusa, donde ya se han expropiado todas las fincas. Aquí serán construidos los barracones y también aquí será donde comience a excavarse la montaña por métodos convencionales, ya que la complejidad geotécnica no aconseja el uso de la tuneladora. Para dar una idea de la magnitud de los trabajos, estas sofisticadas máquinas, utilizadas también para abrir los 28 kilómetros del AVE en la Sierra de Guadarrama, tardan más de medio año en ser montadas. Tienen una longitud de más de cien metros y en ellas trabajan alrededor de 70 hombres. En cuanto empiecen a trabajar, no pararán las 24 horas del día durante los próximos cinco años. El proyecto evolucionará de la misma forma en Pola de Lena, desde donde se iniciará el segundo túnel, a unos 50 metros de distancia del primero en paralelo. El concejal de Obras de Pola de Gordón, Evangelino Conejo, en un recorrido a pie por los parajes de la Montaña Central que atravesará la alta velocidad ferroviaria, explicó que los primeros pasos proyectados son la carretera y el puente sobre el río y el ferrocarril, que darán acceso a los terrenos ocupados por la concesionaria. Estas vías alternativas permitirán descongestionar el tráfico de la nacional 630. En las parcelas del centro de operaciones se construirá próximamente una planta para la elaboración de las dovelas del túnel y se instalará una subestación para la generación de electricidad. Esta última infraestructura, valorada en 300.000 euros, quedará en posesión del Ayuntamiento de La Pola en cuanto acaben las obras, lo que permitirá mejorar el obsoleto suministro eléctrico del municipio. Nuevos espacios forestales Otro de los proyectos que se ejecutarán a corto plazo es la preparación de los macrovertederos de escombros. En Pola ya han sido designados dos parajes y desde el Ayuntamiento existe el compromiso de añadir nuevos terrenos si fuese necesario para enterrar la ingente cantidad de piedra sacada de la montaña. Estos espacios, de enormes dimensiones, serán sometidos después a tratamientos forestales sufragados por las adjudicatarias. Ha sido necesario introducir algunas modificaciones al proyecto remitido para revisión y aprobación al GIF, básicamente en la vertiente asturiana de la cordillera y para reducir el impacto ambiental de la línea. En León, los matices han sido mínimos. Gemelos y con galerías La obra de la variante de Pajares consiste en la construcción de dos túneles que son dos tubos gemelos para vía única, cada uno de los cuales tiene una sección de 52 metros cuadrados. Están conectados por galerías intermedias cada 400 metros por cuestiones de seguridad. Para optimizar económica y temporalmente la ejecución de las obras se prevé la construcción de dos accesos intermedios que, durante la explotación, servirán como salidas de emergencia. Estos túneles permitirán la circulación a las velocidades máximas que permite la geometría, por lo que el AVE alcanzará en su interior los 300 kilómetros por hora. Los tubos tendrán una longitud de 24.648 metros, el que va de León a Asturias, y 24.667 metros, el que parte en sentido contrario. Accesos a medio camino Los túneles cuentan con una pendiente de un 1,7% desde la boca de La Pola de Gordón hasta la de Telledo, lo que condicionará el proceso constructivo. Esta situación, unida a las características de la roca, obligó a proyectar inicialmente dos accesos intermedios, uno en forma de galería, en Folledo, que permitirá la entrada de las dos tuneladoras para realizar un tramo en sentido ascendente y otro, en forma de dos pozos, para permitir el acceso de toda la maquinaria que ejecutará el tramo con métodos convencionales -como las minas- y extraer los materiales. En relación a la seguridad, además de las galerías, se prevé un punto denominado conexión entre túneles, que consiste en crear un lugar a mitad de recorrido que permita a los trenes pasar de un túnel a otro. Además, en la caverna situada en los pozos de Viadangos se habilitará una sala con entrada de aire directa desde el exterior, a la que podrán acceder los equipos de rescate en caso de accidente. Calendario A partir de enero, las concesionarias de cada uno de los cuatro tramos en los que se ha dividido la obra tienen cinco años para acabar. El montaje de la vía, la electrificación, la señalización y las instalaciones de seguridad y comunicación se llevarán a cabo, como mucho, un año después. Posteriormente llegarán las pruebas y la puesta en servicio de la variante. Para entonces, el Estado habrá invertido 1.085 millones de euros, y sólo en los túneles.