Maragall anuncia que su gobierno abre un camino de «no retorno» en Cataluña

La llegada de un gobierno tripartito y de izquierdas a la Generalitat supondrá un «cambio histórico» y un camino de «no retorno» para Cataluña. Con estas premisas, Pasqual Maragall desgranó en su discurso de investidura el programa de gobierno que piensa desarrollar en los próximos cuatro años, en el que la redacción de un nuevo Estatuto de Autonomía será el eje central. El candidato a la presidencia pidió para ello un «gran acuerdo nacional» y prometió que si la reforma es rechazada en el Congreso, «el pueblo de Cataluña se pronunciará, siempre dentro de la legalidad». El Parlamento autonómico inició este lunes la sesión de investidura de la séptima legislatura catalana, en la que Pasqual Maragall (PSC) será elegido hoy presidente de la Generalitat, en sustitución de Jordi Pujol, y con la mayoría absoluta que le ofrece el apoyo de los socialistas catalanes, de ERC y de ICV-EUiA. Las primeras palabras de Maragall fueron para elogiar la labor realizada por Pujol en sus 23 años como presidente, por «haberse mantenido firme durante un periodo enormemente convulso y confuso», aunque inmediatamente pasó a la crítica y censuró especialmente el último tramo de su gestión, «en el que no sólo se ha abusado del poder por parte de unos cuantos, en beneficio propio, sino que ha habido mucha apropiación indebida de algunas palabras», dijo. Tras cerrar esta etapa, Maragall se dispone a abrir una nueva con un Ejecutivo que contará con «una mayoría legítima, plural y fuerte», que responderá a «la voluntad de cambio» que han expresado los electores y cuya diversidad será «un valor y no un impedimento». Una nueva etapa que será, según el candidato, «la de más unidad política que Cataluña ha vivido desde 1980». Unión y libertad El aspirante a la presidencia aseguró que con el gobierno tripartito Cataluña emprenderá un «camino de no retorno» que supondrá la «renovación del pacto» con España sobre la base de la «libre declaración de interdependencia desde la libertad de decisión». «Unión y libertad», enfatizó Maragall, quien se comprometió a buscar un «acuerdo nacional» para sacar adelante el nuevo Estatuto de Autonomía, «la propuesta más importante que Cataluña hará a España y que debe servir para impulsar y garantizar mejor el progreso, el bienestar y la igualdad entre los ciudadanos», dijo. Drama A fin de conseguir un estatuto «de todos», pidió a CiU una oposición «crítica e inteligente» que deje «puentes abiertos a la reflexión y el consenso», y al PP catalán que «medie para conseguir que su partido adopte posiciones más reflexivas y menos agresivas», porque si este cambio no se produce, auguró, «el drama está servido». Si la propuesta de reforma del Estatuto que presentase el Parlamento catalán «no fuese tomada en consideración» en el Congreso de los Diputados o se produjera una «dilación indebida» o una «impugnación», Maragall anunció que «la ciudadanía catalana será llamada a pronunciarse mediante el procedimiento de consulta general que se estime más oportuno y siempre dentro de la legalidad». «Habrá un nuevo horizonte nacional y colectivo, de progreso compartido y de reequilibrio social y territorial», subrayó Maragall, que abundó también en la necesidad de alcanzar un nuevo sistema de financiación que «equipare los ingresos por habitante» a los establecidos en las comunidades que tienen conciertos económicos como Navarra o el País Vasco y que dote a Cataluña de una agencia tributaria propia «con responsabilidad tributaria y capacidad formativa en todos los tributos, incluido el de sociedades». «Todo ha girado hacia la izquierda», sentenció el candidato, quien dio por inaugurado «un nuevo estilo de gobernación» con «libertad de criterio» y «fortaleza crítica», con instituciones «más próximas y transparentes» y que ponga fin al tiempo «de confundir partido y patria». «Estoy aquí dispuesto a inaugurar una época brillante de nuestra historia. No quiero, no queremos mirar hacia atrás con ira o con rencor» PASQUAL MARAGALL Candidato socialista a la presidencia de la Generalitat El Parlamento catalán rindió ayer un homenaje al que ha sido durante 23 años presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, por su «servicio a Cataluña», al inicio de la primera sesión de investidura del socialista Pasqual Maragall, que mañana le relevará en el cargo. El presidente del Parlament, Ernest Benach, ha abierto la sesión con unas palabras dirigidas al ex presidente Pujol, al que ha expresado su «agradecimiento por 23 años continuados como diputado» y, también, de «reconocimiento especial» a su persona por «haber hecho del servicio a Cataluña una manera de vida». | efe