Los críticos de IU intentan quitar parte del poder a Llamazares

No será como hace tres años cuando Gaspar Llamazares se impuso a Francisco Frutos por un margen más que estrecho, pero la VII Asamblea Federal de Izquierda Unida, que se celebrará desde hoy en Madrid, tampoco será un mar de tranquilidad. A 48 horas de que se cierre el plazo para presentar listas, todavía se suceden las discusiones y los contactos para decidir si las diferentes corrientes y sensibilidades críticas con la dirección se unen para presentar una candidatura -o incluso dos- con el fin de tratar de arrebatar una cuota de poder a la lista que encabeza Llamazares, que el domingo será reelegido como coordinador general, salvo sorpresa mayúscula. El líder de Izquierda Unida ha logrado aunar bajo su paraguas a los responsables del PCE que en el 2000 se enfrentaron contra él. Los nombres de Francisco Frutos y de Julio Anguita avalarán su lista, junto a otros pesos pesados del partido como la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar. Disidencia Sin embargo, pese al esfuerzo, por el momento Llamazares no ha logrado ganarse al grupo que con más fuerza ha mostrado su disidencia a la doctrina oficial: la Corriente Roja que encabeza la responsable de Solidaridad Internacional de IU, Nines Maestro. Este grupo sigue reprochando a Llamazares la derechización de la coalición, la supuesta subordinación a la política neoliberal del PSOE y la falta de compromiso con los derechos de autodeterminación del País Vasco, Cataluña y otras comunidades. Maestro, sin embargo, vive sus horas más bajas, hasta el punto de que Corriente Roja no tiene, siquiera, los avales suficientes para presentar una lista propia al Consejo Político Federal que saldrá de la asamblea de este fin de semana. La escisión de parte de los militantes de Corriente en la llamada Plataforma de Izquierdas, que encabeza la responsable de Inmigración de la coalición, Susana López, ( y que se ha unido a la lista oficial de Llamazares) ha dejado muy debilitado al grupo de Nines Maestro. Corriente Roja se ha lanzado en los últimos días a la búsqueda de apoyos entre otras sensibilidades minoritarias para conseguir los avales necesarios. Las conversaciones todavía siguen abiertas con el Colectivo de Unidad de los Trabajadores (CUT) del alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, que podría encabezar la lista de los críticos si finalmente cierra un acuerdo con Maestro.