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La paralización fue otra vez casi absoluta, mientras la empresa ni siquiera valora el efecto

El paro del Grupo Alonso logra éxitoen el seguimiento pero no avances

Los sindicatos endurecerán la movilización si no se readmite a los ocho mineros despedidos

Los piquetes controlaron las carreteras para impedir el tráfico de carbón; en la foto, uno en Toreno

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Sheila Brey/J.A. Otero - ponferrada /león
Ponferrada

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Las dos jornadas de huelga en la división minera del Grupo Victorino Alonso concluyeron ayer con gran éxito de participación pero sin avances en cuanto al establecimiento de un diálogo con la dirección de la compañía Uminsa encaminado a la readmisión de los ocho delegados del comité de empresa del grupo El Abuelo despedidos hace una semana. Los 3.000 mineros del Grupo Alonso en León y Palencia volvieron a parar ayer casi en su totalidad, tanto en Uminsa como en el resto de las empresas del mayor industrial del carbón en España: MSP, Campomanes, Virgilio Riesco, Minex, Minera de Torre, El Túnel, La Granja, Los Compadres, Adelina y Antracitas de Arlanza. La valoración sindical iba ayer de la satisfacción por el elevado seguimiento a la consternación porque la empresa no ha dado siquiera una respuesta oficial -ayer sólo lamentó ante la prensa la acción de los piquetes- a la huelga y sigue sin convocar a los sindicatos y al comité intercentros a una reunión para buscar una salida; que para los agentes sociales sólo pasa por la readmisión de los cinco delegados de CC.OO. y los tres de UGT. Esto se entiende como inmovilismo en la dirección de la compañía en su intención de llevar los despidos hasta las últimas consecuencias. No obstante, hoy ambos sindicatos mandarán una carta a Alonso para tratar de reunirse con el viernes. Esperanza El secretario regional de minería de UGT y presidente del comité intercentros de Uminsa, Fernando López Rellán, mostró su esperanza de que la «contundente» respuesta en todo el grupo sirva para que la empresa «recapacite y de una solución al problema. La responsabilidad está sobre su mesa y no nos vamos a quedar quietos: si no habrá movilizaciones de nuevo, que serían más duras» y podrían extenderse al resto del sector, advirtió. «Nuestro primer objetivo era un paro masivo, así como que la gente supiera lo que estaba pasando y estos dos objetivos y esto ya lo hemos conseguido. La gente está muy concienciada. Ahora vamos a dejar pasar estos días de fiesta y si no recibimos respuesta por parte de la empresa a partir del 2004 tomaremos nuevas medidas», concretó Jesús Magadán, portavoz de CC.OO en Uminsa.