Los residuos ya almacenados ocuparán la sexta parte de la capacidad del recinto

Las más de 270.000 toneladas de basura almacenadas hasta ahora en fardos al aire libre en las localidades de Valdefuentes del Páramo, Trobajo del Cerecedo y El Ferral del Bernesga ocuparán por sí mismas casi la sexta parte de la capacidad del futuro CTR, cuyo «vaso» está previsto para albergar los residuos provinciales durante 18 años, cuatro de los cuales ya tiene practicamente cubierta su capacidad. Una vez descontados los materiales reciclables el vertedero tiene sitio suficiente para enterrar 1,8 millones de toneladas de basura conveientemente tratada y sin ningún tipo de posible aprovechamiento. Según el gerente del CTR, Secundino Prieto, de los casi 9.000 millones de las antiguas pesetas previstas en inversiones en el comienzo del proyecto faltan por ejecutar aproximadamente 4.000, básicamente en equipamientos técnicos y accesos al recinto, túneles, instalacines de pretratamiento de metanización (fermentación), relativamente fáciles y rápidos de ejecutar. «Las primeras pruebas de muchos de ellos se realizarán en marzo, aunque algunas de ellas ya se han hecho sin problemas, y todo el complejo podrá entrar en funcionamiento poco tiempo después, se supone que a pleno rendimiento una vez entrado el verano». A partir de entonces comenzarán a enterrarse los residuos almacenados, cuyo grado de putrefacción impide reciclar. Más de 52 hectáreas El futuro CTR, que sus gestores prefieren calificar de «complejo medioambiental» ocupará una superficie de más de 52 hectáreas en el municipio de San Román de la Vega, próximo a Astorga, dividido en tres recintos. El primero de ellos albergará la planta de reciclaje y compostaje, donde se separan los componentes orgánicos de la basura de los inertes o que todavía pueden ser reutilizados. La nave ocupará 25.000 metros cuadrados, depósitos y otras instalaciones auxiliares. Esta nave absorberá casi la mitad de los residuos previamente seleccionados como reciclables por los propios usuarios, como papel, cartón, vidrio, metales, etcétera. Una segunda nave, denominada «parque de biometanización» servirá para tratar los desechos orgánicos con una capacidad de 130.000 toneladas al año en zonas de fermentación anaeróbica que generarán gases suficientes como para alimentar energéticamente a todo el recinto e, incluso, exportar energía (el 75% de la producida) a la red convencional de distribución de las compañías eléctricas. Esta instalación contará también con varios túneles de compostaje, a modo de cajas de zapatos -todavía pendientes de construir- donde otros residuos de materia orgánica se reciclarán como abono de uso agrícola en un proceso de dos semanas totalmente informatizado y que apenas requerirá mano de obra. Finalmente los técnicos estiman en torno a una quinta parte los «restos de rechazo» que no entrarán en ninguna de las clasificaciones anteriores y que acabarán enterrados en el «vaso» del recinto por falta de utilidad alguna. El futuro vertedero o CTR de León en San Román de la Vega está programado para albergar la basura de la provincia durante una veintena de años, a partir de los cuales habrá que buscar una nueva ubicación para enterrar lo que los leoneses tiran al contenedor de al lado de casa: metales, plásticos, productos químicos, etcétera. además de lo que les sobra de comida. «Ha finalizado por fin el periodo del vertido indiscriminado e incontrolado de los residuos urbanos» SECUNDINO PRIETO, gerente del Consorcio Leonés de Residuos Urbanos (Gersul)