El juez Polanco interroga hoy a los dos etarras detenidos en Nochebuena
Garikoitz Arruarte y Gorka Loran, los dos presuntos terroristas detenidos la pasada Nochebuena, declararán este lunes ante el juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz de Polanco. Ambos fueron arrestados en la localidades guipuzcoanas de Hernani y San Sebastián el mismo día en el que pretendían sembrar el pánico en Madrid, en la estación de tren de Chamartín, y en Aragón, donde habían colocado dos pequeños artefactos explosivos en distintos puntos de la red ferroviaria. Se cree además que estos miembros no fichados de ETA podrían están implicados en varios de los atentados perpetrados este año en Navarra, cuya autoría aún se desconoce. Entre los hechos que tratarán de esclarecer el magistrado y el fiscal adscrito a las tareas de instrucción, Ignacio Gordillo, se encontrarían el asesinato de los policías nacionales Bonifacio Martín y Julián Embid, el pasado 21 de mayo en Sangüesa mediante una bomba lapa, y la colocación de una bomba en el hotel Maisonnave de Pamplona, en plenas fiestas de San Fermín. La Policía detuvo el pasado mes de julio en Berriozar a dos supuestos miembros del reconstituido comando Nafarroa, Ibai Aguinaga y Joseba Segurola, a los que se creía relacionados con ambos crímenes. Sin embargo, no pudo probarse su implicación en estos atentados. Atentado inminente Lo que sí parece claro es que Arruarte y Loran pretendían atentar en Navarra de forma inminente. La Policía encontró en una de sus viviendas un listado de objetivos, en su mayoría empresarios y miembros de las Fuerzas de Seguridad, y numerosa documentación, en algunos casos muy elaborada; lo que indicaría que entre sus planes más próximos estaba cometer nuevos asesinatos. Según fuentes de la lucha antiterrorista, en el registro del piso-refugio en el que fue detenido Gorka Lorán, en la calle Felipe Sagana de Hernani, los efectivos de los Servicios de Información encontraron también una cinta magnetofónica en la que una voz distorsionada alertaba de la colocación de una bomba en línea férrea Zaragoza-Alsasua. En la grabación se aseguraba que la bomba estallaría sobre las 18.00 horas del miércoles, dos horas después de que explosionaran las bombas de Chamartín.