Terroristas liberados les entregaron los explosivos y les dieron un cursillo de 45 minutos
Los etarras detenidos en Nochebuena iban a atentar también en Nochevieja
El radiocasete que debía advertir de la colocación de las bombas en el tren no tenía pilas
Los presuntos etarras Gorka Loran y Garikoitz Arruarte, detenidos el pasado día 24 con dos maletas cargadas con 50 kilos de explosivos preparados para estallar en un tren con destino a la estación madrileña de Chamartín, pensaban atentar también en Nochevieja. El juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco ordenó ayer el ingreso en prisión de los dos detenidos a los que imputa 180 delitos de tentativa de asesinato, uno por cada pasajero del tren. Además de esta acción se les imputa la colocación de otra bomba en la vía férrea en Samper de Calanda (Teruel) que estaba programada para estallar a las seis de la tarde del día 31. El artefacto fue desactivado tras ser localizado gracias a un croquis elaborado por el propio Garikoitz Arruarte. Igualmente, se les imputa la colocación de la bomba que estalló el día 23 en Pedrola (Zaragoza) aunque estaba programada para hacer explosión a las seis horas del día 24. De las declaraciones de los detenidos se deduce la precipitación y falta de medios con los que fueron preparados los atentados. Varios miembros liberados de ETA les facilitaron los explosivos en el mes de octubre y sólo recibieron, ese mismo día, un cursillo de 45 minutos sobre su manejo. Ambos reconocieron haber sido captados para la banda en marzo del 2000 por Ainhoa García Montero Laia y por Ibon Fernández Iradi Susper. El juez ordenó la busca y captura de Josu Oiaga y Ane Biurraren como presuntos colaboradores de los arrestados. Las maletas con explosivos, de las que sólo una, la que portaba Loran, llegó a ser colocada en el tren, llevaban incorporado un radiocasete conectado a unos altavoces que debía activarse 45 minutos antes de la explosión y difundir un mensaje de advertencia a los pasajeros para que abandonaran el tren inmediatamente. Sin embargo, el aparato se había quedado sin pilas por lo que mensaje no hubiera posido ser oído por nadie. Los detenidos habían comprado los billetes del tren en ventanilla. Su plan era dejar las maletas y volver a sus casas en taxi. Pero Arruarte fue capturado en la estación de San Sebastián antes de subir al tren y Loran, que llamó varias veces por un teléfono móvil a su compañero ya arrestado, fue detenido poco después en su domicilio de Hernani.