La Junta y los regantes de la margen izquierda acuerdan modernizar las infraestructuras de 12.000 hectáreas de la zona
Los regadíos del Porma recibirán 72 millones para adaptarse al futuro
Las obras firmadas en el convenio comenzarán el año próximo y finalizarán en el 2008.
Renovarse o perder el tren del futuro. Éste es el espíritu con el que la Junta de Castilla y León y la comunidad de regantes de la margen izquierda del Porma firmaron ayer el protocolo para la mejora de las estructuras de regadíos en esta zona. Un proyecto que, además de instalar el regadío automatizado por aspersión en las 12.000 hectáreas objeto del acuerdo, llevará a cabo una profunda reconcentración parcelaria y tratará de aprovechar los caudales para la generación de energía eléctrica. El objetivo: adaptarse al nuevo panorama del sector tras la entrada en vigor de la reforma de la PAC. El consejero de Agricultura, José Valín, aseguró que todo el sector «debe hacer un esfuerzo importante para modernizarse». En la iniciativa acordada ayer, el esfuerzo rondará los 72 millones de euros a repartir entre las diferentes administraciones. La comunidad de regantes pondá también su granito de arena en la financiación. El consejero explicó que las obras comenzarán a finales del 2004 y estarán concluidas en el 2008. La modernización de los cuatro sectores afectados por el acuerdo suscrito ayer tiene para Valín tres aspectos fundamentales; «la necesaria reconcentración parcelaria, la posibilidad de aprovechar las ventajas hidroeléctricas y el uso de infraestructuras existentes para abaratar el coste de la obra». Tanto el consejero de Agricultura de la Junta como el presidente de la comunidad de regantes de la margen izquierda del Porma, Matías Llorente, pusieron de manifiesto la importancia de aprovechar el momento actual para acometer estas reformas. «En la modernización está el futuro», apuntó Valín. «Hoy es un día de enhorabuena, espero que sea la base para que el resto de la provincia reaccione y no perdamos la oportunidad de adaptarnos a la modernidad», ratificó Llorente. «En esas 12.000 hectáreas hay gente joven que espera alternativas que dignifiquen su situación», aseguró. También hubo mensajes para el resto de comunidades de regantes que se muestran reticentes a afrontar costes adicionales. «Pido al resto de comunidades de regantes que reaccionen», comentó Llorente. «Tenemos la responsabilidad de que la agricultura tenga futuro», prosiguió. Para Valín, «en León hay comunidades de regantes más dinámicas que otras». El consejero explicó que el coste para estos colectivos se reduce al 30% de la financiación de las redes de tuberías (el resto lo invierte Agricultura a través de Seiasa), y que para aprovechar los 500 millones de euros del Plan de Regadíos comprometidos para los próximos años en la provincia «es imprescindible modernizar los regadíos existentes».