Cinco jueces aspiran a presidir el Tribunal Superior vasco
Cinco magistrados aspiran a presidir desde este mes el conflictivo Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, desde cuya dirección deberán afrontar temas tan delicados como la querella contra Juan María Atutxa, presidente del Parlamento vasco, por desobediencia al Tribunal Supremo, o el recurso de la Diputación de Álava contra el Plan Ibarretxe. El relevo se producirá después de que el próximo 21 de enero se jubile el actual presidente, Manuel María Zorrilla, y el proceso de selección comienza este jueves con la primera criba de candidatos que realizará la Comisión de Calificación del Consejo General del Poder Judicial. Los juristas que aspiran a sustituir a Zorrilla son la presidenta de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura en el País Vasco, Concha Marco; el magistrado de la Audiencia Nacional y hasta el otoño pasado jefe de la Inspección del CGPJ, Fernando Ruiz Piñero -también afiliado a la APM-; el portavoz de la asociación progresista Jueces para la Democracia (JpD) en el País Vasco, Jaime Tapia; la presidenta de la Audiencia Provincial de Vizcaya, la independiente Ana Iracheta, y el presidente de la Audiencia Provincial de Ávila, Fernando Ramón Villalaín - afiliado a la APM hasta hace un año, cuando se dio de baja. Dos candidatos firmes El proceso que se seguirá para la designación será el establecimiento de una terna de candidatos de la que deberá salir el elegido en la sesión del pleno del CGPJ -el próximo día 14-, para lo que tendrá que logran la mayoría absoluta. Al menos 11 votos de los 21 vocales existentes. En principio, los dos candidatos con más posibilidades son los dos magistrados conservadores (Marco y Ruiz Piñero), ya que 11 de los 21 vocales son afines a esta tendencia. Sin embargo, no está claro quién tendrá más apoyos o si alguno de los dos logrará la mayoría absoluta necesaria; pues, aunque Marco es la candidata oficial de la APM, Ruiz Piñero cuenta con muchas simpatías entre los citados vocales, con los que ha trabajado durante dos años, y con respeto profesional entre magistrados del País Vasco, donde ejerció la carrera de la magistratura durante 15 años.