Los barones se comprometen

EL «COMITÉ de notables» (así se lo ha empezado a llamar en los medios) que José Luis Rodríguez Zapatero anunció en el Fórum Europa para auxiliarle en la elaboración del programa del PSOE ante las elecciones de marzo, no ofrece grandes sorpresas: hay nombres veteranos del partido (Peces-Barba, Rodríguez Ibarra, Bono, Alborch, Malena Álvarez), nombres prestigiosos por actuaciones internacionales (Solbes, Moratinos), y recientes adquisiciones como Miguel Sebastián. ¿Son lo mejor que tenía a su disposición? Hay que pensar que sí, porque en otro caso no habrían sido ellos los designados. Pero también podría matizarse: son los mejores que han aceptado el encargo. Digo esto porque ya ha trascendido que, para el número 2 de la lista socialista por Madrid, reservado a una mujer en virtud de la «ley cremallera», ha habido mujeres que no han aceptado la invitación, y no cabe descartar que en la confección de ese comité de notables pueda haber ocurrido otro tanto. La pregunta, a partir de ahora, es qué va a hacer el flamante grupo asesor. De momento aún no se sabe muy bien en qué consistirá su trabajo, pero tengo para mí que eso, en el fondo, es secundario, porque lo principal es que los barones regionales (Bono, Rodríguez Ibarra y, por la persona interpuesta de Malena Álvarez, Chaves) se hayan comprometido con Rodríguez Zapatero, lo que lleva consigo un compromiso de silencio acerca de las discrepancias conocidas que guardan hacia la estrategia de Pasqual Maragall. Si bien se mira, todo esto tiene su lógica: el PSOE ha logrado, por fin, tocar poder en la única comunidad autónoma en la que siempre había estado en la oposición: Cataluña. El precio pagado ha sido enorme, y ahora Rodríguez Zapatero tiene la necesidad angustiosa de hacer de la necesidad virtud.