El sector inmobiliario califica de «gran estímulo» los incentivos fiscales

El sector inmobiliario considera que los incentivos fiscales incluidos en la Ley de Acompañamiento para este año suponen «un importantísimo estímulo» para que las inmobiliarias inviertan en viviendas en alquiler, lo que se traducirá en la construcción de más inmuebles destinados al arrendamiento. El presidente de la Asociación Española de Inmobiliarias con Patrimonio en Alquiler (Asipa), Pedro Gamero del Castillo, señaló ayer, en conferencia de prensa, que la demanda potencial de viviendas en alquiler ronda el millón de inmuebles y avanzó que el objetivo debe ser elevar desde el 11 por ciento actual al 30 por ciento el porcentaje del parque de viviendas en régimen de arrendamiento. Gamero, que preside la inmobiliaria Testa (Grupo Sacyr Vallehermoso), subrayó que las medidas fiscales aprobadas a finales de 2003 para fomentar la construcción de viviendas en alquiler son «las más importantes» desde la Ley Larraz de 1940. Según el presidente de Asipa, estas medidas permiten obtener una «rentabilidad aceptable» de las viviendas en alquiler, entre un 4,5 y un 6 por ciento, por lo que «suponen un importantísimo estímulo a la capacidad inversora de las inmobiliarias». Las medidas incluidas en la Ley de Acompañamiento, explicó Gamero, «reducen muy sustancialmente el Impuesto de Sociedades de las inmobiliarias o de las entidades con más de diez viviendas en alquiler». Según los datos de Asipa, las bonificaciones fiscales oscilan entre el 85 y el 97 por ciento, por lo que la tributación efectiva puede situarse en el 5,25 por ciento e, incluso, en el 1,05 por ciento. «Con una fiscalidad del 35 por ciento, la construcción de viviendas para alquiler no es rentable», señaló. Gamero explicó que, en la actualidad, sólo el 11 por ciento del parque de viviendas se destina al arrendamiento, porcentaje que llegó a ser del 30 por ciento en 1976 y del 50 por ciento en los años 60. Además, añadió, la mitad de ese 11 por ciento corresponde a inmuebles situados en la costa, que se arriendan durante las vacaciones, por lo que el porcentaje real de viviendas en alquiler ronda el 6 o el siete por ciento y está concentrado en Madrid y Barcelona. Según Gamero, el objetivo es alcanzar de nuevo un porcentaje del 30 por ciento, lo que dependerá, sobre todo, del precio del suelo que, a su juicio, «dificulta hacer viviendas baratas en alquiler». No obstante, el presidente de Asipa se mostró esperanzado de que los incentivos fiscales animen a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos a facilitar suelo.