«Nos autofinanciaremos en parte con empresas propias»

-¿Qué ha dejado la LOU en estos dos años? -Han sido dos años, si no perdidos, en los que no se ha avanzado tanto como hubiera sido deseable. Todo cambio legislativo hace que en la universidad se paralicen en gran medida otro tipo de acciones que son importantes. Es más, el debate público que se produjo en el propio planteamiento de la LOU no fue el más positivo. -Siempre ha habido personajes ilustres asociados al «mecenazgo» de las universidades. En los primeros intentos fueron los Villafañe, después los Sierra-Pambley, Azcárate... Hasta que finalmente fructificó con la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León. ¿Quién ha asumido hoy ese papel? -Yo creo que toda la sociedad leonesa, en primer término, también la propia comunidad universitaria y, sin duda, la colaboración de la Junta de Castilla y León. -Ante las limitaciones de la financiación pública, ¿en qué trabaja el equipo rectoral de León para captar fondos para la investigación y la docencia? -En diversos caminos. Uno de ellos es la creación de empresas propias de la Universidad o bien la participación en empresas con capital social de la institución académica. De hecho, en este periodo que llevo como rector se han creado las dos primeras empresas que han tenido capital social por parte universitaria. Una es Centrotec -se ha convertido en la principal exportadora de semen porcino-, que se encuentra en Campo de Villavidel y está ligada a proyectos de I+D+i ya desarrollado. Dentro de unos días se presentará una segunda, en la que la Universidad tiene el 10% del capital social, denominada Bioges Starter y que se fundamenta en una patente universitaria ya con mecanismos de producción y, por lo tanto, con posibilidades de expansión en un futuro muy ilusionante en el ámbito de los embutidos. -Por los primeros resultados, ¿qué beneficios está aportando esta nueva fórmula? -Este tipo de planteamientos que hoy mueven a muchas universidades, no somos algo excepcional, están fundamentados en la necesidad de conseguir recursos externos para el propio beneficio y la autofinanciación. Estamos convencidos de que por el camino que vamos debemos necesariamente participar en el desarrollo del tejido productivo de la investigación, el desarrollo y la innovación que se producen en el entorno de nuestra Universidad. Eso tiene que reportar desde el mundo empresarial una respuesta positiva en recursos económicos que, desde luego, pueden llegar a alcanzar hasta un 25% del presupuesto anual. Entendemos, por tanto, que no debemos ser una empresa de gastos solamente, sino también una empresa que generará beneficios económicos para devolverlos a la sociedad a través de una mejora de la calidad docente e investigadora. Es la pescadilla que se muerde la cola. -Alcanzar un 25% de autofinanciación a través de la participación en empresas solventes, bien. ¿Pero en qué plazo? -¿Cuándo? Lo vamos a ver. Ahí va a tener una notoria influencia el desarrollo del parque tecnológico. -¿Cuál es la situación económica real de la Universidad de León? -En estos momentos limpia, sin grandes problemas económicos, por no decir ninguno. -¿Han hecho mucho daño las universidades privadas? -No es que hayan hecho daño, pero sí nos ha pillado esa eclosión de universidades privadas en un momento en el que la demografía está a la baja. Al existir mayor número de posibilidades de elección, el reparto aparentemente sí nos ha hecho daño. Si bien nos puede beneficiar en otro: a un menor número de alumnos, la dedicación llega más cercanamente a una formación que puede ser más brillante. -¿No ha pensado la Universidad en unirse a grupos como el G9 para desarrollar investigaciones conjuntas? -Estamos en muchísimos, en el grupo de Santander, en el de Santiago de Compostela. Además, la relación con las universidades muchas veces no se produce a través de ese tipo de estructuras, sino de forma directa. El número de convenios con Portugal es mínimo en relación con otras universidades más lejanas, pero es porque casi no se necesitan, basta con el trato personal. -¿Qué supondrá para León el Espacio Único Europeo de la Enseñanza Superior? Da la impresión de que una comunidad como Castilla y León, sin grandes posibilidades para absorber mano de obra especializada, dejará escapar a los jóvenes mejor preparados, dada la movilidad entre países que favorecerá esta nueva situación. -Eso es lo que debemos evitar todos. La desertización, desde el punto de vista humano, es algo que debemos evitar. En este sentido, los rectores de las cuatro universidades públicas de Castilla y León tenemos las ideas bastante claras. Las haremos llegar de inmediato, en cuanto tengamos el estudio que está haciendo la Consejería de Educación para aplicar un plan estratégico que impida la emigración de valores que deben reorganizarse en nuestra tierra. -Biotecnología, ¿para cuándo? -Espero que para el mes de marzo. Por lo que el propio consejero ha dicho, parece ser que habrá un consejo interuniversitario decisorio al respecto ese mes. -¿Algún proyecto más entre manos? -Tenemos que pensar que nuestra universidad tiene dos campus, y que en el de Ponferrada estamos avanzando, aunque se debe procurar hacerlo mucho más. Una idea es poner en marcha la titulación de Comunicación Audiovisual en la especialidad de Imagen y Sonido, aprovechando la Escuela de Cine, para la parte de imagen, y creando una Escuela de Radio. -¿Se presentará a la reelección como rector? -Lo decidiré en fechas próximas, pero aún no lo he decidido. -En su despacho hay fotos de los Reyes e insignias de diferentes tipos, ¿por qué no la bandera de León? -No es una cuestión de bandera o no bandera, simplemente es una cuestión de lo que representa en sí misma la Universidad. Cuando un alumno, un profesor o un trabajador llega a ella no le pide ninguna seña de identidad, por lo tanto no tenemos por qué identificarnos. Ahora bien, ya estamos suficientemente identificados como Universidad de León; sólo hay una en todo el mundo.