La Administración bloquea en León más de mil puestos de trabajo para extranjeros

La falta de personal en los servicios de extranjería de León está haciendo imposible agilizar las contrataciones de trabajadores extranjeros acogidas a las ofertas genéricas e individuales contempladas en la ley que regula sus derechos y libertades. Esta es la única vía abierta a los trabajadores foráneos dada la inoperatividad del denominado cupo o contingente, procedimiento que el año pasado tuvo nulos resultados en León. La avalancha de expedientes de todo tipo y las constantes modificaciones normativas -la última es del pasado 20 de noviembre- están sobrecargando año a año las oficinas de atención a los inmigrantes, sin que la Administración haya incrementado proporcionalmente los medios. Uno de los colectivos más afectados es el de los extranjeros que están esperando en los países de origen la respuesta a su solicitud para trabajar en la provincia, donde ya tendrían un puesto asegurado. Según los datos manejados por el Departamento Provincial de Trabajo, dependiente de la Subdelegación del Gobierno, durante el 2003 más de 3.300 personas que quieren emigrar de su país solicitaron un permiso inicial de trabajo o bien su renovación. Avalancha de solicitudes Según la misma fuente, ha sido imposible revisar todos los casos -hay que tener en cuenta que se arrastran muchos expedientes de ejercicios anteriores- y, consecuentemente, hay cientos de extranjeros, al menos más de un millar, que están pendientes de la resolución. La entrada de este tipo de permisos se ha disparado y, gracias a la labor previa de información que se hace desde este departamento a cada empresario, la mayor parte de las solicitudes se aceptan por ajustarse a los criterios exigidos por la Ley de Extranjería. Las que se desestiman, un porcentaje mínimo, es porque el extranjero cuenta con informes negativos de la policía o del Inem -este órgano comprueba si el mercado laboral de la provincia puede absorber los puestos requeridos- o porque el interesado no ha podido demostrar la cualificación necesaria para trabajos especializados. Con la última modificación de la ley, ya sólo se emitirá una única resolución por la que se autoriza al extranjero a trabajar y a residir en España. De momento, poner en marcha esta medida está saturando aún más el trabajo del departamento, aunque con el tiempo se prevé una eficaz y rápida tramitación de los papeles al inmigrante. La policía nacional, sin embargo, se quitará papeleo de encima al dejar de tramitar los permisos de residencia. También con los últimos cambios introducidos por la ley 14/2003, el empleador debe presentar personalmente la solicitud de la correspondiente autorización administrativa previa para trabajar, cuando antes bastaba con delegar en una gestoría. Cambio de orden También ha cambiado el orden de los trámites. El trabajador extranjero ya no solicita el visado, sino el permiso único de trabajo y residencia, y siempre en el plazo de un mes desde que el empresario solicita la contratación en origen. Posteriormente, la Subdelegación del Gobierno notifica al empresario que la resolución ha sido estimada o no. Si se acepta, el trabajador tiene que pedir el visado a los servicios consulares españoles (antes se hacia con anterioridad al proceso), y tiene otro mes desde que entra en España para solicitar la tarjeta de identificación en la comisaría.