El juez procesa a los etarras que intentaron volar un tren en Madrid
El juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz-Polanco procesó este lunes a los miembros de ETA Gorka Lorán Lafourcade y Garikoitz Arruarte Santa Cruz, detenidos el día de Nochebuena tras intentar que el tren Intercity Irún-Madrid estallase en la estación de Chamartín, y después colocar otros dos artefactos en la red ferroviaria. Según el magistrado, ambos recibieron las órdenes de la etarra Ainhoa García Montero en una reunión que mantuvieron «a mediados del mes de octubre del presente año» en la que planearon atacar trenes con destino Madrid y colocar artefactos en las líneas Logroño-Zaragoza y Zaragoza-Lleida. No obstante, a pesar del relato del juez, Ainhoa García Montero fue arrestada el 10 de mayo de 2003 en Francia. Siempre según el magistrado, en una segunda reunión con dicha liberada (miembro a sueldo de ETA y presa en territorio galo, a la que también procesa), Lorán y Arruarte le dieron cuenta del resultado de las informaciones sobre objetivos y su jefa les entregó dos recipientes de plástico que contenían explosivos y dos temporizadores, que programaron para los días 24 y 31 de diciembre. Estas bombas fueron colocadas entre los días 7 y 8 de ese mes en la línea Logroño-Zaragoza y en la Zaragoza-Lleida. Uno explotó el día 23 y destruyó 47 centímetros de raíl. El segundo lo encontró y desactivó la policía en la mañana del día 26. En su auto de procesamiento, el juez explica que en el segundo fin de semana de diciembre, en un lugar cercano a Hernani, Ainhoa García facilitó a los dos etarras dos maletas con material explosivo, equipadas con temporizadores conectados a sus cargas; dos pistolas; munición; un reproductor walkman con sus altavoces, y dos teléfonos móviles. Ambos regresaron a Hernani y escondieron el material en un garaje prestado por un conocido, del que según el juez «no consta mínimamente acreditado» que conociera el propósito de los dos activistas. Según el relato del magistrado, ambos se reunieron en el garaje el día 23 al objeto de planificar el atentado contra el tren Intercity Irún-Madrid. A primeras horas de la mañana del día 24, se reunieron en un aparcamiento de San Sebastián, donde se disfrazaron y repartieron las dos maletas. Garikoitz Arruarte se hizo cargo de una de ellas, con 25 kilos de dinamita, y fue detenido sobre las 8.30 horas en la Avenida de Navarra donostiarra cuando llamaba a un taxi para trasladarse hasta la estación.