«Soy una víctima de las disputas entre la regional y provincial»

El portavoz del PSOE confesó públicamente ayer que se siente «una víctima de las disputas entre las ejecutivas regional y provincial» de su partido. Manifestó que no entiende la «campaña de desprestigio profesional y personal» que han emprendido contra él y advirtió que la agrupación socialista de Villaquilambre adoptará, a partir de ahora, libremente, las decisiones que entienda que son mejores para los vecinos del municipio. En ese sentido, aseguró que se presentará como candidato a la Alcaldía «por responsabilidad política y para evitar el desgobierno al que nos conduce la UPL». Hidalgo insistió en que tanto él como los otros cinco concejales del PSOE han cumplido «perfectamente» las directrices del partido, y, en cambio, se han encontrado con un expediente de expulsión y una suspensión de militancia confirmada por la ejecutiva federal. Este periódico intentó durante todo el día de ayer contactar con Hidalgo, pero el portavoz del PSOE desconectó su móvil, no atendió a las llamadas de este medio ni a los numerosos mensajes que se le dejó. Tampoco fue localizado en su casa. Personas afines a su grupo indicaron que estaba enfermo y que no respondía al teléfono por las numerosas presiones que está recibiendo, sobre todo, del partido. Sin respuesta Las declaraciones que se recojen son las efectuadas por Hidalgo a otros medios, a los que sí respondió a primera hora de la mañana. La inestabilidad política del Ayuntamiento de Villaquilambre comenzó a gestarse el pasado 6 de noviembre. Ese día, la UPL rompió el pacto de Gobierno con el PP y se quedó en minoría. El 1 de diciembre, el PSOE y el PP se unieron por primera vez en los últimos cinco años para presentar juntos dos mociones que recortaban las competencias del alcalde, reordenaban los sueldos y las comisiones. UPL entendió que era una moción de censura encubierta y comenzó a mover ficha. Los altos representantes de los tres partidos mantuvieron numerosos encuentros, en los que se puso en entredicho incluso el pacto PSOE-UPL en León. El día 16, la agrupación socialista dio por cerradas las negociaciones para alcanzar acuerdos sobre el contenido de las mociones y el 19 el alcalde se sometió a confianza y la perdió al obtener sólo los ocho votos de UPL. Los seis ediles del PSOE se abstuvieron y los tres del PP votaron en contra. García Bayón permanecía en funciones hasta designarse al nuevo regidor. La cita fue el 2 de enero. Los siete ediles de UPL renunciaron a ser alcaldes y como ningún otro candidato poseía los nueve votos de la mayoría, García siguió en funciones. El PP consideró que la situación era un fraude de ley y recurrió a la Junta Electoral .