Los socialistas incluyen a cuatro representantes de la formación ecológica en sus listas
El PSOE y Los Verdes se unen y dan 20 años para cerrar las centrales nucleares
La coalición electoral no ha contado con el beneplácito de algunas federaciones ecologistas
El Partido Socialista y Los Verdes sellaron ayer un pacto para concurrir juntos a las próximas elecciones generales en el que se comprometen a acabar, en un plazo máximo de 20 años, con la energía nuclear y sustituirla por otras menos contaminantes, como la solar. A falta de que lo ratifique el Comité Federal socialista, el acuerdo programático no ha contado con el beneplácito de algunas federaciones de la formación ecologista, que se plantean presentarse a las elecciones por su cuenta aunque para ello tendrían que cambiar de siglas. Tras varias semanas de negociaciones, los secretarios de Organización del PSOE y Los Verdes, José Blanco y Andrés Sánchez respectivamente, firmaron el programa común que estas formaciones pretenden llevar a la práctica si José Luis Rodríguez Zapatero gana las elecciones. Su objetivo será pasar de la retórica a la acción y situar las políticas medioambientales en el centro de la vida política de España, uno de los países europeos que menos atención dedica a estas cuestiones y cuyo Parlamento apenas ha debatido el cambio climático. Una de las principales metas de socialistas y ecologistas será que en dos décadas la energía nuclear haya sido sustituida por la solar, la eólica y la biomasa, que consiste en la fermentación o la combustión de materia orgánica como la madera, los desechos agrícolas o los residuos de origen animal. Alternativas «más seguras, más limpias y menos costosas» muy extendidas en Alemania, Bélgica o Suecia que en España están sin explotar a pesar de sus «extraordinarios» recursos solares y eólicos. Acuerdo histórico Los Verdes sospechan que el PP, con el «lobby nuclear de Loyola de Palacio» al frente, trata de reabrir el debate de este tipo de energía para extenderla aún más y se proponen concienciar a los ciudadanos de que ese no es el legado que deberían dejar a las generaciones venideras. Los firmantes del pacto creen que echar poco a poco el cierre a las centrales no sólo no aumentará el gasto público, sino que a medio o largo plazo aumentará el ahorro y habrá una rentabilidad social mayor. El acuerdo, «histórico» para los ecologistas, no ha causado ningún problema al PSOE, que tendrá que adaptar poco su programa a las exigencias de Los Verdes. Sin embargo en la parte contraria hay disidentes. Federaciones como las de Baleares, Murcia, Extremadura o Aragón no están de acuerdo y se plantean presentarse a los comicios por separado, aunque no podrán utilizar el nombre de Los Verdes porque la Mesa Confederal de los ecologistas, con un 70% de los votos, aprobó el acuerdo con el PSOE. En el fondo del desacuerdo están las diferencias entre los sectores que prefieren sumar sus votos a los de IU o los que apuestan por concurrir a las elecciones en solitario.