La Nasa recupera desde Madrid el contacto con el robot «Spirit»
El robot geólogo Spirit , que había perdido la conexión con la tierra el pasado miércoles, volvió a enviar datos desde Marte durante veinte minutos. La comunicación se recibió desde España, en la estación de seguimiento de Robledo de Chavela (Madrid), integrada en la Red del Espacio Profundo de la agencia estadounidense. Los técnicos analizan ahora los datos para determinar si son significativos y tratan de volver a comunicarse con el vehículo para establecer la causa de la avería para resolverla. Desde primeras horas del miércoles, el robot tan sólo había mandado datos de manera muy esporádica y cuando se recibían resultaban ser simplemente ruidos de radio o pitidos que indicaban que había recibido instrucciones desde la Tierra. Los científicos tienen previsto que el robot, de seis ruedas, que aterrizó en Marte el día 3, explore el planeta rojo durante tres meses. En un primer momento, los científicos atribuyeron los problemas a razones meteorológicas, pero ahora creen que pueden responder a una avería informática. Los técnicos trabajan a contrarreloj para tratar de reparar la avería, si bien el subdirector del proyecto, Richard Cook, opinó que «no está claro que haya una única causa... que explique los comportamientos que estamos viendo». Si la avería se localiza en el software del vehículo, la Nasa cuenta con los medios técnicos para repararlo mediante la transmisión de comandos a través de decenas de millones de kilómetros en el espacio. Pero si el fallo se registra en el propio equipo del robot, sería algo mucho más grave. «Este equipo ya ha superado cosas parecidas», aseguró el director del programa de exploración marciana en el Laboratorio de Propulsión, Firouz Naderi. Spirit representa la primera parte de un programa valorado en 820 millones de dólares. Su sonda gemela, Opportunity, llegará el domingo a Marte. El Spirit se encuentra en una zona conocida como cráter Gusev, un área rocosa y llana que los científicos creen que en su día pudo ser el lecho de un lago. En el momento de su avería, el miércoles, este robot se preparaba para comenzar a investigar su primera roca, a la que los técnicos han bautizado como Adirondirack .