El alcalde del PP condenado por abusos a una menor se rebela y no deja el cargo

Jesús Ares, alcalde popular de la localidad coruñesa de Toques condenado por abusar de una menor, acudió al pleno municipal celebrado ayer sin miedo a nadie y con la cabeza alta. Expulsó del salón de plenos a los medios de comunicación y dio un puñetazo en la mesa con el que dejó clara su opinión sobre la polémica suscitada en torno a su persona y sobre las órdenes de su partido. No sólo no dimitió, sino que avisó de que no tiene intención de hacerlo. «Dejaré mi sangre en la alcaldía», espetó desafiante. Tras conocer lo sucedido, el secretario general del PP, Mariano Rajoy, exigió a los concejales del ayuntamiento que le retiren el apoyo. De no hacerlo, dijo, se les expulsará del partido. Entre los gritos de los pocos vecinos contrarios al alcalde que tuvieron acceso a la sala de plenos, y arropado por un número de incondicionales, el regidor calificó de correcta su decisión de no dimitir y al estimar que no existe razón alguna para que abandone su puesto. Ares considera que demostró con creces la fidelidad que debe al PP cuando solicitó la suspensión cautelar de su militancia. Pero si opta por seguir al frente de sus responsabilidades, a pesar de la petición expresa del presidente de la Xunta, Manuel Fraga, que le exigió la dimisión, es porque para Jesús Ares «el honor está por encima de los intereses políticos». Para el alcalde de Toques, la sentencia que lo condena por abusos sexuales a una menor de 16 años es un argumento «de escasa relevancia» que no basta para que abandone su puesto, porque pretender demostrar que son hechos «absolutamente inciertos». Insistió en que su condena no es firme porque todavía han de resolverse los distintos recursos que puede presentar. Sólo si la última instancia judicial confirma su culpabilidad podrá decidir sobre su futuro, avanzó el primer edil de Toques. Tensiones y apoyos Fue un pleno tenso, en el que defensores y retractores de Ares intercambiaron insultos y gritos a favor y en contra del alcalde. El punto de mayor conflicto se produjo cuando el primer edil ordenó el desalojo de los medios de comunicación, expulsados con violencia por parte del público allí presente. Dieciséis profesionales de la información presentaron después una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Melide por las agresiones, insultos y daño al material sufridos. Los ediles de la oposición en Toques reclamaron a sus colegas del PP una posición «firme» para reconducir la situación, criticaron la actitud «fascista, dictatorial y prepotente» del alcalde y exigieron su «expulsión y desautorización». Pero los concejales populares apoyaron sin fisuras a su cabeza de lista. Este apoyo podría costarles la militancia en el PP. Mariano Rajoy insistió ayer en que su partido condena los abusos a menores vengan de quien vengan. Ante la negativa de Ares a abandonar su cargo, como él mismo le había exigido, ordenó a los ediles del ayuntamiento coruñés que pidan la dimisión de su alcalde. «Si no lo hacen -amenazó- serán expulsados del partido». «He pedido a los ediles que pidan la dimisión al alcalde, y si no lo aceptan serán expulsados del PP» MARIANO RAJOY Secretario general del PP