El Constitucional acusa al Supremo de poner «en grave peligro» su existencia

El pleno del Tribunal Constitucional, tras una semana de deliberaciones, aprobó ayer por unanimidad una durísima declaración en la que acusa al Tribunal Supremo de «haber puesto en grave peligro» su existencia y la de la institución del recurso de amparo al invadir sus competencias exclusivas con la condena impuesta a once de sus doce magistrados por rechazar un recurso de amparo. La concesión o denegación del amparo es, recuerda el texto, competencia que la ley atribuye de manera exclusiva a la corte constitucional. La declaración, tan inédita como la condena, supone que no es cierto que entre ambos tribunales haya una relación normalizada, como quisieron hacer entender sus presidentes la semana pasada con un abrazo, y abre una crisis en la justicia española de consecuencias todavía desconocidas. La Sala de lo Civil, cuyos magistrados mantienen un tira y afloja jurídico con los miembros del Constitucional desde hace años, condenó el 26 de enero pasado once magistrados de este tribunal a indemnizar con 500 euros cada uno al letrado murciano José Luis Mazón por archivar en 2002, sin siquiera haberlo estudiado, un recurso de amparo que presentó. El Supremo calificó la actuación de los máximos intérpretes de la Constitución de «negligencia profesional grave», consideró que fue fruto de «una ignorancia inexcusable» y dijo que con su actitud hicieron que «se tambaleen sus creencias (las del abogado) como ciudadano de un Estado social y de derecho».