Primer incidente tras la cumbre que cerró tres años de desencuentros

Este es el primer incidente entre Marruecos y España tras la cumbre bilateral que se celebró en Marraquech el 8 y 9 de diciembre del año pasado bajo la presidencia de los jefes de gobierno de ambos países, Dris Jetu y José María Aznar. En la cumbre bilateral, que no se celebraba desde 1999, se intentó normalizar las relaciones bilaterales después de tres años de desencuentros entre los dos países vecinos. La crisis diplomática entre Marruecos y España alcanzó su punto álgido el 11 de julio del 2002, cuando gendarmes marroquíes ocuparon el islote de Perejil. El 16 de ese mismo mes, el Gobierno español consideró agotada la negociación diplomática para que el islote deshabitado retornara al «statu quo» anterior, llamó a consultas al embajador en Rabat y decidió ejecutar la operación de desalojo de los seis militares marroquíes instalados en la islote. Al día siguiente, 17 de julio, un comando de Operaciones Especiales de Tierra se trasladó al islote en helicópteros y detuvo a los militares marroquíes, que fueron entregados a las autoridades de Marruecos. El 20 de julio, España y Marruecos alcanzaron un acuerdo que suponía la vuelta al «statu quo» anterior al mes de julio (sin presencia permanente de ninguna de las partes) y los 75 militares españoles desplegados en Perejil abandonaron el islote. Las relaciones entre los dos países atravesaban momentos delicados desde octubre del 2001, cuando Rabat llamó a consultas a su embajador en Madrid, Abdesalam al Baraka, debido a «ciertas actitudes y posiciones españolas que conciernen a Marruecos». Los embajadores de los dos países se reincorporaron a sus puestos respectivos el 3 de febrero del 2003, tras una decisión en tal sentido adoptada tras una visita que días antes había realizado a Marruecos la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio. La cumbre bilateral de diciembre volvió las relaciones a la normalidad.