El presidente cierra la presentación del programa popular con una arenga sobre la ambición
Aznar reta a Rajoy a lograr una mayoría más amplia que la suya
Considera que el PP tiene el mejor equipo y un candidato «que sabe lo que tiene que hacer»
«Quiero que tengamos los mejores resultados de la historia del PP». Nada más ni nada menos. Así de alto puso el listón el presidente del Gobierno, José María Aznar, a su sucesor y candidato a las elecciones del 14 de marzo durante su discurso en la convención nacional que aprovecharon los populares para presentar oficialmente su programa. Mariano Rajoy, por su parte, intentó transmitir tranquilidad a su partido y replicó a quienes han criticado esta semana la atonía de su campaña que sabe muy bien cómo hacerlo. En el tradicional escenario de los que acostumbra a instalar el PP para las grandes ocasiones en el palacio que diseñó Pedro Bofill en el Parque Juan Carlos I de Madrid, Aznar y Rajoy disertaron arropados por los miembros del comité ejecutivo y precedidos por los primeros ministros de Portugal y Francia, José Manuel Durâo Barroso y Jean Pierre Raffarin. Los deberes del candidato Éste fue el marco elegido por el presidente del Gobierno para ponerle deberes al nuevo candidato de su partido y no se quedó corto. Además de demostrar que comparte la preocupación, que inquieta algunos dirigentes de su partido, sobre la falta de empuje e impulso de la precampaña electoral, el líder saliente pidió al PP «ambición», ilusión y humildad para afrontar los comicios generales del próximo mes. «Para el 14 de marzo yo no me conformo con cualquier resultado», les dijo. Acto seguido especificó que no aceptará un balance electoral que sea simplemente «bueno» o «aceptable». «Quiero que tengamos los mejores resultados de la historia del PP», proclamó y enseguida se retrotrajo a su experiencia electoral en los últimos comicios. «Sacamos una gran mayoría en el 2000», recordó en alusión a los 183 diputados que obtuvo el PP en esa convocatoria. «Podemos aspirar a una mayoría mayor, España la necesita», insistió y señaló claramente la tarea que le corresponde acometer a su partido de ahora en adelante: «Se puede conseguir. Depende de nosotros». Con un símil deportivo a los que es tan aficionado, el presidente del PP dejó claro que aprecia una falta de ambición y exceso de confianza en su partido que podría llevarles a la derrota. «En los partidos», explicó, «los equipos que salen a conservar la ventaja acaban empatando y los que salen a empatar acaban perdiendo». Al imponer a su sucesor que consiga mejores resultados que los 183 escaños del 2000 cree que tendrá garantizada la mayoría absoluta de 175 diputados, cuando algunas encuestas que el PP se aleja de ese objetivo. El mejor equipo Aznar elogió la renovación llevada a cabo en su partido y la confianza con la que se produjo el relevo. «Yo, que estoy más ahí que aquí,», dijo en referencia a su próxima marcha de la política, «os digo que los que estamos ahí nos fiamos de los que están aquí porque van a seguir defendiendo los mismos principios». Para Aznar, el proyecto «serio», el «mejor» equipo y un candidato «capaz, responsable y que sabe lo que tiene que hacer» serán la base del éxito electoral del PP. Dijo que lo único que saben hacer los socialistas es