| Análisis | Asociacionismo empresarial |
Futuro sin intermediarios
La Unión Cooperativa de Ganaderos y Agricultores de León es uno de los ejemplos de cómo podrán sobrevivir los campesinos de la provincia al eliminar a los distribuidores en las transacciones
¿Cómo se puede competir ante las grandes empresas, ante la distribución que maneja los precios de los productos y ante los grandes capitales que cada vez miran más hacia el campo como un sitio en el que hacer dinero? Pues usando sus mismas armas. Es evidente que un agricultor solitario del norte de España, por muy grande que sea, no tiene nada que hacer contra el gran capital. ¿Pero y si un montón de pequeños agricultores se unen para ofertar sus productos sin intermediarios al cliente? ¿Y si gran parte de los clientes se unen a estos agricultores para garantizarles ventas? ¿Qué es lo que ocurre? Pues que los pequeños agricultores, todos unidos, se convierten en una gran empresa capaz de luchar de tú a tú con los intereses del gran capital, los almacenistas y, además, parten con ventaja porque los agricultores consiguen muchísimos mejores precios por sus productos y los ganaderos comprar más barato. Es como el milagro de los panes y los peces. Cuando se multiplica el esfuerzo con la unión de los cooperativistas se puede llegar muy alto. A comprar máquinas de más de medio millón de euros para sembrar, tratar con químicos los campos -siempre dentro de los más estrictos códigos de buenas prácticas para garantizar la calidad de los productos- y recolectar. A conseguir producciones de millones de kilos para que otra cooperativa de mayor porte -las llaman de segundo grado porque agrupan a estas pequeñas cooperativas para hacer aún más fuerza en el mercado- las distribuya y venda en condiciones. Y a permitirse a ejecutar planes de cara a distribuir producciones que hoy en día son una ruina para los agricultores y un chollo para los almacenistas y comerciantes alimentarios -véase las patatas-. Es decir, a pensar en cuestiones de futuro, de ganancia por aunar esfuerzos. Un asunto que en León no tiene arraigo por los anteriores fracasos provocados por la falta de compromiso con las cooperativas de muchos socios. Y es que hay quien no se da cuenta de que en solitario, con la que viene de Europa, el único futuro es la jubilación o el abandono. Y eso no es lo que los socios de Ucogal quieren para el mundo rural.