La labor de estos diez agentes se centrará en controlar las mafias que trafican con personas
España y Marruecos inauguran las patrullas mixtas en aguas canarias
Estarán compuestas por agentes de la Guardia Civil y de la Gendarmería Real marroquí
España y Marruecos pusieron en marcha ayer las patrullas policiales conjuntas, compuestas por guardias civiles y efectivos de la Gendarmería Real marroquí, para vigilar las costas de ambos países y combatir la inmigración ilegal. La apuesta hispano-marroquí se materializó con el embarque, en los muelles de Puerto del Rosario, en la isla canaria de Fuerteventura, de dos agentes magrebíes que conformarán la primera de estas patrullas junto a miembros del Servicio de Vigilancia de Fronteras de la Guardia Civil. Estos policías tendrán ante sí una tarea difícil: detectar y neutralizar a las decenas de inmigrantes ilegales que cada semana llegan a las Islas Canarias a bordo de pequeñas embarcaciones desde las costas africanas, sobre todo desde Marruecos. La puesta en funcionamiento de este primer servicio estuvo presidida por el delegado del Gobierno para la Extranjería y la Inmigración, Gonzalo Robles, quien dio la bienvenida a los policías marroquíes en nombre del Gobierno de España. Estos agentes no podrán portar armas y tendrán que operar en las aguas territoriales españolas acompañados de ocho guardias civiles. A la inversa, cuando guardias civiles operen en aguas marroquíes, serán los españoles quienes realicen tareas auxiliares y se sometan a las condiciones impuestas por las autoridades del país vecino. Robles destacó que la iniciativa prueba que «se cumplen los acuerdos alcanzados entre España y Marruecos en su lucha contra la inmigración ilegal». Rehusó explicar cuáles serán las zonas en las que estos agentes centrarán las tareas de vigilancia para no dar pistas a las mafias que se dedican al tráfico de personas y anunció que dentro de unos meses, tras evaluar la experiencia, se trasladará al Estrecho. El responsable de Inmigración comentó que la cooperación entre los dos países en esta materia se desarrolla en un «clima de confianza». Como muestra de esa voluntad colaboradora señaló el reciente gesto de Marruecos, que aceptó por primera vez repatriar a inmigrantes subsaharianos a sus países de origen a través de su territorio. También anunció que le próximo 25 de febrero el Gobierno firmará un convenio con la Cruz Roja, que facilitará asistencia inmediata a los inmigrantes que lleguen a Canarias. El Gobierno central destinará a pagar el coste de ese dispositivo 300.000 euros y la Consejería de Asuntos Sociales del Ejecutivo canario contribuirá con otros 60.000.