| Crónica | Los casos más sangrantes |
Demasiados despistes
La liberación de Ibai Ayensa tiene varios precedentes en la Audiencia Nacional, como la excarcelación de los integrantes del «comando Matalaz» y la de los «narcos» de la operación Carro
La excarcelación forzada del etarra Unai Ayensa Laborda por un despiste del Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia Nacional tiene otros muchos precedentes en esa misma sede judicial. El caso más sangrante para las fuerzas de Seguridad fue, sin duda, la excarcelación de los integrantes del «comando Matalaz» de ETA, desarticulado en el verano de 1990. La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional puso en libertad a cuatro activistas de este comando en junio de 1994, tras haber pasado cuatro años en prisión sin juicio. Tres de ellos -Asier Quintana, Juan María San Pedro Blanco y Raúl Ángel Fuentes- se dieron a la fuga tres meses antes de que en octubre de 1995 se celebrara la vista oral, lo que causó una fuerte polémica en la Audiencia Nacional y en el Consejo General del Poder Judicial. Quintana Zorrozua, que posteriormente ingresó en un sangriento «comando Madrid», aún no ha sido detenido ocho años después de su huida y su nombre ha pasado a engrosar las listas europeas de terroristas. San Pedro Blanco, tras su fuga, se integró en el entorno del ex jefe del aparato militar de ETA, Francisco Javier Arizkuren, Kantauri , y fue arrestado junto a éste el 9 de marzo de 1999 en Francia. Por su parte, Fuentes Villota, que también pasó por el «comando Madrid» tras su estancia en la cárcel, sigue siendo uno de los terroristas más buscados y su fotografía viene figurando desde hace años en los cárteles de etarras muy peligrosos. Pero el «comando Matalaz» no es el único precedente de consecuencias nefastas. El 27 de octubre del pasado año, la sorpresa saltó en la Audiencia Nacional cuando el día del inicio de la vista oral sólo quince de los 22 procesados en la denominada operación carro (en la que se incautaron 800 kilos de heroína en 1999) se personaron ante el tribunal. La Sección Cuarta de lo Penal, meses antes, se había visto obligada a excarcelar a todos los detenidos, ya que en abril del 2003 se había cumplido el límite máximo de los cuatro años de prisión preventiva sin que se celebrase la vista oral. El pasado 29 de enero, fueron condenados a 114 años y once meses de cárcel a los quince integrantes de la red de tráfico de heroína desarticulada que no se dieron a la fuga.