«No estoy loco, estoy asustado»

Hamed Abderrahman Ahmed, único español que ha estado preso en la base estadounidense de Guantánamo al ser detenido tras los atentados del 11-S en EE. UU., y para quien el juez Baltasar Garzón ha ordenado su ingreso en la prisión de Soto del Real (Madrid), ha declarado que su llegada a España «ha sido la salida de un infierno». En una entrevista a la SER, mediante la contestación por escrito a un cuestionario que se le hizo llegar mientras estaba ingresado en el hospital Gregorio Marañón de Madrid, recordó que «los militares, al detenerme, me pisaron la cabeza tumbado boca abajo y fuimos pisoteados y atados con unas cuerdas finas que nos hacían sangre», informó la cadena de radio. «Condeno el 11-S, como condeno al terrorismo y la muerte de niños y mujeres. No tengo nada que ver con Al Qaeda y he condenado sus actividades», destacó Abderrahman. Abderrahman comentó que desde su llegada a España «todo va mejor, ha sido la salida de un infierno» y negó que esté loco ni trastornado por su paso por Guantánamo, sino que «lo que estoy es asustado». Preguntado cómo recuerda los dos años y tres meses que ha pasado en la base de Guantánamo, dijo que «horrible, con horror. Primero estuve un mes en una celda de dos por dos metros, que tenía un techo de plancha de hierro, con un calor insoportable y poniendo todo el día una música patriótica americana fortísima. Era Born in the USA , de Bruce Springteen». Recordó que tenían que ponerse «toallas mojadas en la cabeza para soportar el calor y no oír la música y luego nos pasaron a unas celdas más pequeñas, peores, de dos metros por un metro y medio». El preso añadió que «nos sacaban al patio sólo quince minutos, las celdas eran de hierro y con la luz artificial encendida permanentemente día y noche. Veíamos el sol un poco a través de las alambradas muy tupidas que tenían pequeños agujeros». Aseguró que no guarda rencor ni odio por nadie, aunque añadió que «sólo guardo respeto por el juez Garzón» y que gracias al Gobierno español está en España.