Diario de León

La crisis catalana anima a PP y PSOE a abrir el plazo antiterrorsita a otros

Publicado por
Ramón Gorriarán
León

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El desembarco de ETA en la campaña electoral con su tregua para Cataluña convenció a PP y PSOE de la necesidad de abrir el pacto antiterrorista a otras formaciones políticas, una incorporación que, en todo caso, se materializará después de las votaciones del 14 de marzo para no avivar más la polémica sobre la utilización electoral del terrorismo. Ambos firmantes coinciden en que el pacto ha sido y es una herramienta muy eficaz contra ETA, pero también reconocen, más los socialistas que los populares, que la firma del acuerdo llevó aparejada la fractura de la unidad democrática contra el terrorismo, un precio demasiado alto como quedó de manifiesto en la crisis abierta en Cataluña. Eran conocidas las intenciones de Zapatero de abrir el ?Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo? a otras fuerzas políticas. Mariano Rajoy siempre ha sido más ambigüo y aunque ha mostrado su disponibilidad, nunca ha dado demasiadas pistas de sus intenciones. Hasta que poco antes de la concentración contra ETA de Barcelona, el presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, un dirigente del círculo más cercano del candidato popular, garantizó que un Gobierno del PP hará «esfuerzos» para «incorporar a partidos como CiU» al pacto antiterrorista. Piqué fue más allá porque consideró que «no se pueden crear divisiones ficticias entre los demócratas» ya que no cabe duda de que todos los demócratas «estamos del mismo lado» aunque sea con «fórmulas diferentes» para terminar con ETA. Unas palabras confirmadas horas después en el entorno del candidato a la Presidencia del Gobierno. PP y PSOE son conscientes de que los sucesos acaecidos en Cataluña tras la declaración de la tregua de ETA liquidó el consenso antiterrorista de las fuerzas catalanas vigente desde la transición, situó al terrorismo en el centro del debate electoral y fracturó aún más el maltrecho consenso entre los demócratas. El mejor freno a estas disensiones, creen ambos partidos, es un acuerdo que recupere la unidad rota en 2000 tras la firma del pacto antiterrorista. El problema estará en el método a seguir. Los socialistas están dispuestos a revisar el texto del pacto antiterrorista para adecuarlo a los tiempos que corren. Hoy, dicen los colaboradores de Zapatero, no existe un pacto de Lizarra que ligue al nacionalismo vasco con ETA y Batasuna, una circunstancia recogida de forma expresa en el preámbulo del acuerdo. «La ruptura del Pacto de Estella y el abandono de sus organismos constituye, para PP y PSOE un requisito imprescindible para alcanzar cualquier acuerdo político o pacto institucional con el PNV y EA», reza la introducción.

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