| Sin cartel | Isabel Pastor |
«La única lucha que se pierde es la que se abandona»
La comunidad homosexual de León movilizará desde mañana el voto rosa en la campaña «No votes PP» para reivindicar el reconocimiento de derechos civiles
Isabel Pastor es desde hace un año la presidenta de la comunidad homosexual de León. No pide el voto para ningún partido, pero a partir de mañana el colectivo iniciará la campaña No votes P P para que después del 14 de marzo se reconozcan los derechos civiles del colectivo de gais, lesbianas y transexuales. -¿Por qué un colectivo apolítico participa de una forma tan activa en unas elecciones? -Porque en los últimos ocho años el partido del Gobierno nos ha negado sistemáticamente unos derechos que son constitucionales. -¿Son? -Reivindicamos la igualdad legal que contempla la Constitución en los artículos 10 y 14 y también la social. -¿Qué pretende sacar el colectivo de esta campaña? -No pedimos el voto para un partido concreto, pero dado el cariz que está tomando el PP en los últimos años contra nuestros derechos nos hemos visto obligados a poner en marcha una campaña con el lema No votes PP . -¿Qué viene a explicarse en esta iniciativa social? -Exponemos 28 puntos en los que pedimos a los GLT (gais, lesbianas y transexuales), a sus amigos y a sus familiares heterosexuales que no le voten por las circunstancias. Se ha alimentado la homofobia apoyando las doctrinas del Vaticano sobre homosexualidad. El PP ha rechazado todas las iniciativas presentadas en las Cortes por otros partidos, todas ellas encaminadas a modificar el Código Civil y a posibilitar la igualdad en el matrimonio civil a las personas que lo quieran. La Constitución es de todos y en materia de derechos no hay parcelas. El matrimonio es la pirámide de todas las reivindicaciones y pensamos que la igualdad legal llegará antes que la social. -¿No cree que la sociedad va muy por delante de las leyes? -Siempre, pero entre todos los partidos, excepto el PP, hay un consenso para reconocer esos derechos. Y nosotros no queremos migajas, queremos los derechos que tiene todo ciudadano, que en definitiva se resumen en el derecho a la vida. -¿Cuál es la formación política que más se ajusta a las necesidades del colectivo? -Todos los partidos de izquierdas han asumido nuestras reivindicaciones, incluso en León la UPL también nos ha apoyado totalmente. Lo hizo en el pleno del 12 de marzo, en el que se aprobó la moción del PSOE para instar al Gobierno a regular el matrimonio civil y los derechos de los menores en familias homoparentales. -¿Una reivindicación irrenunciable? -Aplicar el artículo 14 de la Constitución, que dice que los españoles son iguales ante la lay, sin que pueda prevalecer discriminación por razón de nacimiento, sexo, raza... -¿Qué es lo que está pasando para que las generaciones más jóvenes sean cada vez más conservadoras respecto a los homosexuales? -Creo que en eso tiene mucho que ver el cariz que ha tomado la enseñanza en este país. A partir de septiembre, nuestros hijos, porque también tenemos hijos, van a tener que estudiar religión obligatoriamente en los colegios. Pues hay que recordar que el Catecismo considera la homosexualidad como una enfermedad, con lo cual volvemos a lo de antes. -¿Por qué esa hipocresía de la Iglesia? -Pienso que este país está gobernado ahora mismo por la Iglesia Católica. Y la última pastoral familiar no sólo se mete con nosotros, sino con los jóvenes, a quienes condena por el uso del preservativo. Y, vamos, decir que el fruto amargo de la liberación de la mujer es la violencia de género es alucinante. Nosotros somos un punto más dentro de todo ese planteamiento, pero no nos consideramos pervertidos ni enfermos. Reivindicamos derechos civiles, no religiosos, como nos quieren hacer ver. -Su mensaje. -La única lucha que se pierde es la que se abandona.