Humor y futuro

Decían que la campaña era aburrida, que los candidatos son unos siesos y que, en resumen, el bostezo hasta el 14 de marzo estaba asegurado. «Yo no soy un showman », se justifica Rajoy. Pero de pronto, el que más y el que menos se ha revelado como un humorista, y las frivolidades suponen un riesgo importante para profesionales serios, como los que hacen Las noticias del guiñol o Pecado original. Con lo difícil que les resultó competir con la campaña ZP, ¿cómo pudieron plantearse un programa de humor el día en que el PP presenta el juego de la gavioca? Casi imposible. Muchos parecen olvidar que dentro de dos domingos se juegan su futuro, y que el futuro, como munición de la poesía que es, siempre sorprende. Quién le iba a decir a Rodrigo Rato que, tras su paseo por Chueca, no se iba a ganar la portada de Zero , sino la de Año cero, río de sus ambiciones, no se sabe si para hacerle un favor o para todo lo contrario, pero en todo caso puso uno de los pocos puntos de cordura que se han escuchado en esta campaña: un heraclitiano «Todo fluye», incluyendo las mayorías absolutas y los liderazgos a dedo.