Consideran que cometieron los delitos de falsificación de documento público y prevaricación
Los familiares del Yak denuncian a quienes firmaron las autopsias
Acusan a dos generales de ocultar que la mitad de los militares no estaban identificados
La Asociación de Familiares de Víctimas del Yak-42, que representa a los allegados de 42 de los 62 militares que murieron en el accidente aéreo en Turquía el 26 de mayo del pasado año, presentó este viernes en la Audiencia Nacional una denuncia contra los dos generales que se desplazaron al lugar del siniestro para dirigir los trabajos de identificación de los soldados muertos. Los familiares de los fallecidos acusan a los mandos del Ejército de un delito de falsificación de documento público y de prevaricación por haber ocultado que 30 de los 62 militares no estaban identificados cuando fueron repatriados a España. Los mandos denunciados son el subsecretario de Política de Defensa, el general José Antonio Beltrán, y el general médico Vicente Navarro. Es la firma de ambos la que figura al final del documento por el que las autoridades turcas entregaron oficialmente al Gobierno español los cadáveres de los soldados españoles. En ese escrito, que hasta esta semana no había visto la luz, Beltrán y Navarro admitieron, a preguntas de la Fiscalía turca, que hasta ese momento sólo habían logrado identificar a 32 de los 62 militares gracias a objetos personales, chapas, documentaciones y los nombres de sus uniformes. Beltrán y Navarro, no obstante, aseguraron por escrito a las autoridades otomanas que tenían constancia que los restos humanos contenidos en otras 30 bolsas numeradas pertenecían a soldados españoles, y aunque admitieron que no habían podido determinar su filiación reclamaron los cuerpos para llevarlos a España. Contradicciones Ese documento está firmado a las 2:20 horas de la madrugada del 28 de mayo, sólo tres horas y media antes de que comenzara la repatriación a España. Aunque Defensa sostiene que en ese corto espacio de tiempo los forenses lograron terminar los trabajos de identificación, los familiares aseguran que, a la vista de los datos aportados recientemente por la Fiscalía de Maçka (Turquía), «se han puesto de manifiesto numerosas contradicciones e irregularidades en relación con el proceso de identificación y repatriación de los cadáveres seguido por las autoridades españolas». La primera de las contradicciones es que el 27 de mayo, un día después del siniestro, Defensa alertó al equipo de especialistas de la Guardia Civil para que se trasladara a Turquía de inmediato con las fichas dentales y el equipo para comprobación del ADN. Defensa avisó a varias familias para que estuvieran preparadas por si fuera necesario tomarles muestras para cotejar con las de los restos humanos encontrados. «Sin embargoesta medida de forma incomprensible fue desactivada, sin que hasta la fecha Defensa haya aclarado las razones». Una «inexplicable» negativa a utilizar el ADN, pese que a el propio general Vicente Navarro reconoció en el documentoque las identificaciones se estaban realizando con las siempre poco fiables «pruebas circunstanciales», tales como rasgos faciales, raza, uniformidad, emblemas, divisas, documentación, chapas identificativas o efectos personales.