El hombre tranquilo que llenaba aulas con la mirada

Si hay alguien en León que conozca bien a José Luis Rodríguez Zapatero ese es su progenitor, Juan Rodríguez García, que heredó en testamento la memoria sin vindicar de su padre, el capitán Lozano, fusilado en Puente Castro en 1936 por negarse a apoyar el alzamiento de Franco. En una entrevista con la periodista Pilar Casado, el reconocido abogado confiesa ser «más de izquierdas» que su hijo. Pero matiza: «Es cuestión de carácter, porque la política ha sido tema cotidiano de toda la familia desde siempre». Y es que su hermano mayor, Juan, también abogado, se entregó en cuerpo y alma a la política en los difíciles años 70, cuando era estudiante de Derecho en Valladolid. José Luis nació en esta última ciudad, donde vivía su abuelo materno, pero pronto se trasladó a León. Estudió en las Discípulas y en el Colegio Leonés y años más tarde sería uno de los primeros licenciados en la facultad de Derecho de León, con tesina sobre el Estatuto de Autonomía de Castilla y León. Ya entonces le tentaba la política, pero no se podía imaginar que su meteórica carrera iba a comenzar el 23 de febrero de 1979, día que se afilió a un casi recién nacido PSOE. En aquella etapa comenzó a dar clase de Teoría del Estado en la facultad, donde fue muy popular como profesor. «Sus clases estaban siempre llenas en el turno de día y en el de tarde. Tenía mucho éxito entre las chicas». Pero no había correspondencia porque él ya conocía a Sonsoles Espinosa -esposa y madre de sus dos únicas hijas, Laura y Alba-, de quien se enamoró en los pasillos de la facultad un día de lluvia. «Nunca me opuse a que se dedicara a la politica por cuestiones obvias -dice su padre-, pero intenté convencerle de que fuera algo secundario. Pero él decidió otra cosa y cuando salió diputado, pues ya fue imposible». Era 1986. Zapatero fueincluido en las listas de los candidatos socialistas al Congreso, convirtiéndose en el diputado más joven del Parlamento. Desde ese momento su carrera se disparó hasta que fue consagrada el 22 de julio del 2000, cuando se adjudicó el liderazgo del PSOE en las primarias como sucesor de Felipe González, a quien admira a pesar de las diferencias que les separan. Tiene un perfil de hombre «conciliador, templado y muy familiar», afirma uno de sus mejores amigos, Miguel Martínez, a lo que añade: «Es un ser honesto y con mucha capacidad de trabajo». «No lo digo como padre -declara Juan Rodríguez-, pero claro que hay que votar a mi hijo. Está convencido de lo que dice y sus propuestas son honestas».