Generosidad contra ETA

Del Ebro al Bidasoa. En Zaragoza están que trinan por el agua, pero en San Sebastián, muchos temen por su vida. Por primera vez en diez días de campaña, tres policías de paisano nos revisan las bolsas de los ordenadores portátiles para poder acceder al mitin. Los servicios de seguridad están por toda la sala del Kursaal. Los socialistas se disculpan, pero nos piden comprensión. Es que en el País Vasco no es lo mismo. Por la mañana, Zapatero no dijo una palabra sobre terrorismo, por la tarde fue el núcleo del discurso. «Ni plan Ibarretxe ni plan Mayor Oreja, lo que necesitamos es un plan de todos para acabar con ETA y para recuperar la convivencia». Para lograrlo introdujo un término: generosidad. Para llegar juntos hasta la derrota final de ETA. El candidato socialista reiteró que hablará con el lendakari, pero sólo para acabar con la banda, y que con Rajoy está dispuesto a discutir de todo excepto de la política antiterrorista. El objetivo, dijo, es unir a todos los demócratas y que todos juegen limpio, que nadie lo utilice con fines electorales. El recuerdo de los socialistas asesinados estuvo presente. El alcalde Odón Elorza, se acordó de Ernest Lluch y pidió diálogo. Aragón está en pie de guerra contra el trasvase del Ebro. Por eso allí los socialistas piden incluso el voto de la gente del Partido Popular. «Cualquier ciuda-dano sensato se opone al trasvase del Ebro», afirmó el ex ministro y alcalde de Zaragoza, Luis Alberto Belloch. La llegada al aeropuerto ofrece la panorámica de un inmenso polígono, al pie de la autovía y del AVE.