Los «antecedentes» de su señoría

El expediente que la Comisión disciplinaria del CGPJ abrió ayer a Guillermo Ruiz Polanco no ha pillado por sorpresa a casi nadie que conozca su trayectoria desde que llegó a la Audiencia Nacional a principios del año 2000. El magistrado navarro no ha dejado de acumular expedientes desde entonces. Estos son sus «antecedentes»: «Hostias» judiciales. En noviembre de 2000 le abrieron el primer expediente. Después de ser supuestamente amenazado por el etarra Harriet Iragi le dijo que de no ser juez «le daría dos hostias». El expediente, instruido por la magistrada María Asunción Salvo, acabó a los tres meses en una advertencia por falta leve. La liberación de Cordero. Un mes más tarde, en diciembre de ese mismo año, a instancias de un abogado de Pamplona, dejaba en libertad bajo fianza al capo gallego Alfredo Cordero que había estado dos años escapado y que, al año siguiente, era condenado a 18 años de cárcel. El expediente fue archiva el 29 de marzo de 2001. También Vioque. Dos meses más tarde, como juez de guardia, Polanco dejó en libertad al narcoabogado Pablo Vioque, detenido con 1.800 kilos de cocaína. El instructor de la causa -Carlos Dívar- lo devolvió a la cárcel y Polanco fue expedientado por las declaraciones efectuadas. De nuevo se archivó. Fraude del IVA. La comisión de Disciplina de la Fiscalía Anticorrupción le denunció al año siguiente por la paralización de una investigación sobre el fraude del IVA. También se archivó.