Crónica | Zapatero arrasa entre las mujeres |
ZP se da un baño en Extremadura
Juan Martín, el Empecinado, prendió fuego a las celdas del monasterio cacereño de San Francisco. Ayer fue el furor de las mujeres que se acercaron a ver y oír a Rodríguez Zapatero lo que puso al rojo la vieja iglesia gótica reconvertida en auditorio. ZP triunfa entre las mujeres. Al menos entre las que ayer aguantaron más de una hora de retraso para asistir a un acto del Día de la Mujer. Y a ZP, como a cualquier mortal, le gustan los piropos. Los que recibió ayer, que fueron muchos, hasta le hicieron abandonar esa sonrisa cuadrada del cartel electoral para mostrarse más natural, más humano. Desde el lugar que un día ocupó el altar mayor del templo de San Francisco, Zapatero predicó sobre un programa que habla de la píldora del día siguiente, del aborto y de planificación familiar, contra el machismo, los malos tratos, la discriminación sexual. Cosas veredes. Con la bandera del PSOE de la España diversa ondeando sobre el pendón de los Reyes Católicos, Zapatero volvió a pedir en Cáceres cambio frente al inmovilismo del PP. Como cada día, remachó la idea-fuerza con una cuantas frases. Una: «Las madres tiene derecho a trabajar y las trabajadoras tienen derecho a ser madres en un país moderno». Dos: «La política social la hacéis vosotras, y sobre todo las abuelas, y eso se cambia votando a un buen gobierno ». Tres: «Los malos tratos son uno de los más graves problemas que tenemos y el PP ha mirado para otro lado». Los expertos de la mercadotecnia del PSOE explotan el encanto del líder. Y les hubiese gustado que Sonsoles, su mujer, se implicase más en la campaña. Su imagen de mujer independiente, culta, con estilo y guapa hubiese dado mucho juego en una carrera electoral en la que se buscó un aire fresco frente al estilo rancio. Es lo que vendió ayer, ante el entusiasmo de sus seguidoras, pero dicen que a Sonsoles le agobian algo las servidumbres del trabajo de su marido, y por eso dosifica sus apariciones. En el recibidor del hotel al que se fue a descansar confesó que le había costado trabajo salir del viejo convento de San Francisco, tal fue el acoso. Era casi un problema de seguridad. Pero partió hacia el mitin de Badajoz, donde le esperaba otro baño. Este es territorio amigo. El veterano Rodríguez Ibarra le dio su confirmación y le preparó el camino. Al líder se le veía crecido y cuajó la mejor faena de la feria. Lanzó besos desde el escenario y hasta insinuó unos pasos de baile. Y dejó su mensaje: el PP usa el miedo, abusa de la mayoría absoluta y pone trabas a las libertades públicas. «Estamos a pocos días de que gane la democracia viva, tenemos la fuerza, la esperanza y la alegría», animó al publico. Hasta dudó del empleo de Rajoy a partir del día 15: «Yo sí que lo respetaré como líder de la oposición, si es que sigue en esa tarea». «El día 14 es el principio del fin del machismo y de la desigualdad de las mujeres, contra lo que el PP no ha hecho nada en estos años» RODRÍGUEZ ZAPATERO