Israelíes y palestinos se unen en la repulsa de la masacre terrorista
La bandera española on-deaba ayer a media asta en la Embajada de España en Tel Aviv, y permanecerá así los próximos tres días decretados luto oficial, luciendo un crespón negro. Pero además, los españoles residentes en Israel celebrarán a las ocho de esta tarde una misa en la iglesia católica de San Peter, en Jaffo, junto a Tel Aviv, para mostrar su solidaridad y su apoyo a las familias de las víctimas. Aunque quisieran, otros españoles, los que viven en los territorios palestinos, no podrán celebrar ningún acto conjunto, debido al encierro cotidiano que les impide salir de sus ciudades. Es el caso de la madrileña María Eugenia, la única española residente en Naplusa, casada con un médico palestino. «Se me puso la piel de gallina cuando vi las imágenes. Llamé a mi familia y me dijeron, como siempre, que peor estoy yo que ellos, que al menos ellos tienen ambulancias y hospitales. Pero estoy muy impresionada, y lo malo es que no podré votar porque no me han llegado las papeletas», explicó. 1397124194 Del voto al horror Hasta ayer, esa era la preocu-pación de una gran mayoría de residentes que, como en el caso de María Eugenia, no han recibido las papeletas para ejercer su derecho al voto, cuyo plazo termina mañana. «Ahora sólo puedo pensar en esta brutalidad sin sentido», comenta Concha, una valenciana que lleva casi cuatro años viviendo en Israel. Los medios de comunicación israelíes recogían en primera plana las imágenes de la masacre, y los israelíes se volcaron en mostrar su solidaridad. «Nosotros esta-mos acostumbrados a estas barbaridades y sabemos el dolor que producen. Hoy los españoles son nuestros hermanos», comenta Avivit, una israelí de origen sefardí, que apunta a la organización terrorita Al Qaida como responsable del atentado. «Ahora conocen de cerca los españoles el terrorismo islámico y quizás nos entiendan mejor», replica David. Seguridad privada Las autoridades israelíes y palestinas se unieron en su repulsa por «esta horrible carnicería». «Quizás ahora, las empresas israelíes de seguridad hagan un gran negocio en España», comenta Avivit. Israel es un país en permanente estado de alerta, y no hay lugar público o privado que no tenga contratada seguridad privada para controlar los accesos. Los aeropuertos y trenes están fuertemente custodiados, las 24 horas del día, por la policía nacional. «Por algo Israel es el lugar más seguro del mundo», comenta irónico un guarda privado, mientras abre los maleteros de los coches que acceden al parking de un cén-trico hotel de Tel Aviv, durante su jornada laboral. «Tenemos costumbre y sabemos el dolor que producen estas barbaridades» AVIVIT Israelí de origen sefardí