Sólo el derribo de un avión en Lockerbie supera en Europa en número de muertos a la matanza de ayer en Madrid
El sexto mayor atentado de la historia
Células afines a Bin Laden son responsables de las principales masacres terroristas
La masacre cometida ayer en Madrid ha metido por la fuerza a España en el trágico grupo de países que han sufrido los atentados más sangrientos de la historia. La muerte de casi doscientas personas y el número aún casi incalculable de heridos graves que se produjeron en las estaciones de ferrocarril de Madrid convierte a la acción terrorista cometida ayer en el sexto atentado más dramático de la historia en el mundo entero, con unas dismensiones difíciles de asumir para la sociedad europea. En el viejo continente sólo el atentado de Lockerbie, supera al de Madrid. En aquella ocasión, el 21 de diciembre de 1988, un avión de la Pan Am, que había despegado de Londres estalló en pleno vuelo sobre la localidad escocesa de Lockerbie. Los 270 ocupantes perecieron en el siniestro, que fue reivindicado por agentes libios. En la actualidad son un centenar las organizaciones terroristas que operan en todo el mundo, aunque la gran mayoría son grupos islámicos similares vinculados a los conflictos en Oriente Medio, son el fruto de conflictos bélicos, étnicos o religiosos en países con sistemas políticos no democráticos. De los diez atentados más satroces cometidos en el último medio siglo en el mundo, cuatro -si se incluye el de ayer en España- han sido obra de Al Qaida, y tres, de otros grupos islamistas. El récord del 11-S Los atentados suicidas con aviones repletos de viajeros contra las Torres Gemelas, y el Pentágono con el sello de Al Qaida marcaron el récord nunca imaginado. Pero las células financiadas por el terrorista multimillonario saudí Bin Laden han mantenido desde finales de losnoventa una intensa campaña contra intereses occidentales y especialmente estadounidenses. En 1998 una acción coordinada con coches bomba contra las embajadas de Estasdos Unidos en Kenia y Tanzania mató a 224 personas y dejó más de mil heridos. Entonces, Bin Laden firmó su venganza escudándose en la responsabilidad estadounidense en la masacre de más de 13.000 somalíes en la intervención en el país. Pero ese fue sólo el primer paso en la larga escalada de atentados de Al Qaida. Tras la devastación que vivióEstados Unidos el 11 de septiembre del 2001, sólo un año después, el 28 de noviembre, otro doble atentado, contra un avión de pasajeros -este frustrado- y contra el Hotel Paraiso de Mombasa en Kenia dejaron 17 muertos y decenas de heridos. La mano de Bin Laden se apreció claramente detrás de los siniestros que se dirigieron a intereses israelíes, próximos, por tanto, a Estados Unidos. El 12 de octubre de 2003, Laden quiso vengar la persecución vivida contra el terrorismo mundial tras el 11-S. El atentado contra una discoteca frecuentada por turistas en la isla paradisiaca de Bali dejó 190 muertos. Pero incluso los atentados de Madrid han dejado pequeña aquella devastación. Aunque Al Qaida es el referente del terror otros grupos extremistas islámicos han causado los mayores estragos. Extremistas sijs, que tratan de reivindicar la independencia de su provincia de la India a base de atentados, provocaron la segunda mayor masacre de la historia, el 23 de junio de 1985. Un grupo de terroristas colocó una bomba entre el equipaje de un avión de pasajeros de Air India que despegó de Montreal, en Canadá. El avión estalló en pleno vuelo, en medio del Atlántico Norte, con 329 ocupantes a bordo. En Bombay, trece explosiones dejaron más de trescientos muertos en un supuesto enfrentamiento entre hindúes y musulmanes. En Beirut la Yihad también atentó contra militares estadounidenses y franceses en 1983.