| Reportaje | Tragedia en Santa Eugenia |
Un colegio con seis padres menos
Varios alumnos del centro escolar Ciudad de Valencia perdieron a alguno de sus progenitores, dos los tienen desaparecidos y otros dos heridos
El colegio público Ciudad de Valencia, situado a unos 500 metros de la estación de Santa Eugenia, llora a sus muertos. Nada menos que seis padres de alumnos murieron en la explosión del tren de cercanías. Dos de ellos integraban un matrimonio, cuyo fallecimiento ha dejado huérfanos a dos niños de 3 y 10 años, estudiantes de la escuela infantil y de este colegio de primaria. Pero la desgracia no quedó ahí. Otros dos alumnos tienen a sus madres hospitalizadas con heridas graves por esa misma bomba asesina. Otros dos más cuentan que los familiares que les llevaron ayer hasta el centro escolar están desaparecidos. Uno de ellos es un abuelo. Todos se desplazaron a la estación tras dejar a sus vástagos en la escuela. Los datos los confirmó ayer el director del centro escolar, Modesto Pardo, quien aseguró que la tristeza invadía a los integrantes de la comunidad escolar. «Estamos muy afectados. Son muchos los integrantes de la comunidad educativa que faltan para siempre. Es muy duro y todos estamos tocados emocionalmente.», afirmó compungido. Pardo reconoció que muchos alumnos no habían acudido ayer a clase, porque algunos padres tienen miedo. De los 1.300 estudiantes matriculados, ayer estuvieron presentes casi tres cuartas partes. Con ánimo de mostrar su repulsa, estudiantes, profesores y administrativos llevaron a cabo dos actos de protesta por la mañana. Primero salieron los peques de la escuela infantil con las manos pintadas y dejaron su huella en diversas pancartas que empapelaron el exterior del edificio, con frases como «No al terrorismo» y «Viva la paz». Luego, a las doce de la mañana, la lluvia hizo un paréntesis para permitir que los alumnos de primaria, sus profesores, algunos padres y vecinos del barrio ocuparan el patio de entrada al colegio para mostrar su condolencia con una concentración silenciosa de diez minutos, culminados con el Himno a la alegría. La tensión fue tanta que algunas profesoras abandonaron el acto antes de tiempo llorando desconsoladamente destrozadas por la intensidad sentimental del momento. Pérdidas familiares La desgracia vestida de familiares perdidos se desplazó unos metros más allá del Ciudad de Valencia y también se instaló en el Instituto de Enseñanza Secundaria Santa Eugenia, contiguo al anterior. Allí, según afirmó su director, Francisco Escribano, un alumno se quedó sin madre, otras dos resultaron heridas y el hermano de una estudiante y ex alumno también resultó herido por la explosión del cercanías. «Estamos muy consternados. Son muchos los integrantes de la comunidad educativa que faltan para siempre. Es muy duro y todos estamos tocados» MODESTO PARDO Director del colegio Santa Eugenia