Dieciocho personas permanecen en estado crítico y otras 38 sufren heridas muy graves
La muerte de un bebé de siete meses eleva a 199 las víctimas mortales
Trece niños están ingresados en varios hospitales, dos de ellos en situación «muy difícil»
Patricia, el bebé de siete meses rescatado el jueves en uno de los andenes de la estación de El Pozo, murió ayer por la tarde en el hospital Niño Jesús de Madrid, elevando a 199 el número de víctimas mortales de los atentados del 11-M. La madre de Patricia, de nacionalidad polaca, permanece ingresada en el Hospital Clínico con heridas muy graves, mientras que su padre, también polaco, está desaparecido. El matrimonio llevaba diez años en España y, al parecer, viajaba con su pequeña en uno de los vagones afectados por las bombas. Sus otros dos hijos también están ingresadios en el Hospital del Niño Jesús, pero su estado no es grave. Al cierre de esta edición habían sido identificados 141 cadáveres, de los cuales 24 corresponden a extranjeros de doce nacionalidades. Un total de 130 cuerpos ya han sido entregados a los familiares, mientras que los restos de otras veinte personas serán enviados al Instituto Anatómico Forense. Según el ministro del Interior, Ángel Acebes, harán falta «pruebas muy especiales» para su identificación. Once hospitales De los 1.472 heridos en los cuatro atentados, 286 seguían hospitalizados, de ellos 279 en once centros públicos de la capital de España. Dieciocho se encuentran en estado crítico y 38 en estado muy grave. Otros 140 estaban siendo atendidos por heridas graves, a 47 se les habían diagnosticado heridas leves y para 36 se mantenía un pronóstico reservado. Poco antes de la muerte de Patricia, el defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, aseguró que no había ningún niño entre las víctimas mortales, aunque trece estaban hospitalizados. Dos de ellos, según Núñez «en situación muy difícil».