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El juez aseguraba que no sólo utilizaban la península como base para atentar en otros países

Garzón alertó en su último auto de que Al Qaida tenía a España como objetivo

La evaluación de riesgos se produjo un mes antes de la amenaza de Bin Laden

Publicado por
Pablo González - redacción
León

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El último auto procesal del juez Baltasar sobre la red terrorista Al Qaida, que salió de su oficina de la Audiencia Nacional el 17 de septiembre del año pasado, es una amplia investigación que revela lo importante que era España en la organización de atentados en otros países, la trama financiera y la red de reclutamiento de militantes de la tela de araña terrorista tejida por Osama bin Laden. Sin embargo, en el extenso auto de 692 páginas, daba por hecho que la amenaza del grupo integrista se extendía también a España. «Al Qaida -se asegura en el texto en el que Garzón procesó a 35 personas- se encuentra implantada en diferentes países y, entre otros, en forma importante, en España, que ha servido, a lo largo del tiempo, como lugar o base de descanso, preparación, adoctrinamiento, apoyo y financiación, y de estructuración de múltiples personas integradas en la misma o que colaboran en ella, acreditando así su carácter esencialmente internacional y lo fundamental que resulta para su subsistencia la existencia de lugares y países en los que encuentra apoyos para su expansión». A continuación, el juez Garzón evalúa los riesgos de que España sea objetivo de la organización islámica: «Máxime si tenemos en cuenta, como el propio Osama bin Laden afirma en el primer vídeo que se hizo público después de la acción militar en Afganistán (octubre del 2001), que la acción de terror de Al Qaida incluye todo occidente y, por tanto, España». Sin pistas Garzón, no obstante, menciona el riesgo de atentados en Espa-ña sin que sus averiguaciones detectaran la preparación de un atentado inminente y un mes antes de la amenaza más explícita de Osama bin Laden, procesado por la Audiencia Na-cional precisamente a raíz de este auto. Esta amenaza directa se produjo en una grabación de audio difundida el 18 de octu-bre del 2003 por la cadena de televisión árabe Al Yazira. Bin Laden incluía explícitamente a España entre los países ­­-la mayoría aliados de Estados Unidos en la guerra de Irak- a los que se reservaba «el derecho a responder». Mención a la economía En cuestión de cuatro meses, el líder de la red terrorista volvió a mencionar a España en una de sus alocuciones, que fue calificada de «verosímil» por los servicios de inteligencia occidentales. El pasado 4 de enero, el jefe de Al Qaida hacía referencia a la decadencia económica de los países árabes. Al respecto, afirmaba que «la economía de España sola era mucho más importante que la de todos los países árabes juntos», según el resumen divulgado por la televisión árabe Al Yazira. Sin embargo, en una ponencia presentada en FAES (fundación vinculada al Partido Popular y al presidente José María Aznar) por Juan Avilés, miembro del Grupo de Estudios Estratégicos, se consideraba que la amenaza de los activistas integristas no era exclusiva de España, aunque sí se reconocía que podía producirse un atentado de corte islamista: «Puede haber un atentado islamista en España, como ya lo hubo en un restaurante de Torrejón en 1985, con un balance de dieciocho muertos y un centenar de heridos». El estudio, encargado a principios del 2003 a raíz de los primeros indicios de un gran atentado en un país de la Unión Europea, dejaba claro que la amenaza de la red Al Qaida era global, «y la respuesta también debe de serlo». «La colaboración internacional -añade- resulta imprescindible e impedir atentados en otros países resulta por ello tan importante como impedirlos en el propio».

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