La joven que votó con la cara pintada de sangre dice que fue un acto artístico sin intenciónpolítica
«Me llamo Elena Alonso Gaztelumendi y soy artista. Me gustaría que algún día me dejen trabajar libremente y me separen de la sombra de personas que forman mi vida». Con estas palabras se explicaba ayer la joven que votó en Ponferrada con la cara pintada de rojo, simulando que se trataba de sangre manando de una herida en la cabeza. Molesta porque se publicara que es hija del ex senador solcialista Conrado Alonso, Elena Alonso insistió ayer en que su decisión fue «una acción artística» en la que participaron otros artistas de León y el País Vasco como Esperanza Zabala y que está «muy lejos de tener un transfondo político». Alonso defiende la legimitidad de su acción asegurando que «en el arte hay que explorar los campos desconocidos, aunque se roce lo irreverente. El artista es el encargado de dilatar los límites de la moral social».