El PP retiene las decisiones sobre Irak y la Unión Europea

El Gobierno adquirió ayer con el PSOE el compromiso de estudiar juntos las decisiones que tenga que tomar hasta que se produzca el relevo. El vicepresidente segundo Javier Arenas, de entrada, garantizó que meditará sobre la petición socialista de congelar los nombramientos previstos en la carrera judicial y fiscal. La primera reunión entre las delegaciones, celebrada a última hora de la tarde de ayer, se desarrolló, según explicaron fuentes socialistas, en un «buen clima y con espíritu de colaboración por ambas partes». El Ejecutivo no informó de lo tratado. El socialista Jesús Caldera comunicó a Javier Arenas el deseo de su partido de acordar las posiciones que defenderá José María Aznar en la cumbre europea del 25 y 26 de marzo en Bruselas. Una petición que no recibió respuesta inmediata, aunque el vicepresidente segundo quedó en contestar en los próximos días. Tampoco hubo respuesta a la petición de pactar el relevo de tropas previsto para abril. En cambio, Arenas se comprometió a estudiar el aplazamiento de la designación de dos magistrados para el Tribunal Constitucional que corresponde nombrar al Ejecutivo. El encuentro se celebró en la sede de la vicepresidencia, en el complejo de La Moncloa, y comenzó a las siete y media de la tarde para acabar minutos después de las nueve de la noche. Arenas y Caldera se empeñaron en que el traspaso de poderes entre el gobierno saliente y el entrante «salga bien» y en ningún momento se produzca «un vacío de poder». Con este objetivo, acordaron mantenerse en contacto diario. El primer acuerdo fue establecer contactos bilaterales en los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Agricultura para preparar las reuniones europeas de ambos departamentos de la próxima semana. En este punto, Caldera solicitó que también se pacten las posturas que llevará Aznar a la cumbre del 25 y 26 de marzo. Hubo buenas palabras en la respuesta, pero ningún compromiso claro. El Gobierno, de todas maneras, negó que el encuentro entre las dos delegaciones versara sobre el traspaso de poderes porque por ahora sólo existen ministros por una parte ya que Zapatero aún no ha superado la sesión de investidura ni ha designado a sus colaboradores en el Ejecutivo. «Se trata -dijeron portavoces de la Vicepresidencia Segunda- de una toma de contacto por delicadeza» del Ejecutivo con el partido ganador de las elecciones. A la reunión asistieron, por parte del Gobierno, Arenas y el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, mientras que el PSOE estuvo representado por Caldera, María Teresa Fernández de la Vega y Alfredo Pérez Rubalcaba, un experto en estas lides que ya coordinó la transmisión de poderes en 1996, como ministro de la Presidencia, con el entonces secretario general del PP, Francisco Álvarez-Cascos. Chequear los ministerios El encuentro fue la culminación de un intenso cruce de llamadas telefónicas entre el vicepresidente segundo y el portavoz parlamentario de los socialistas. El lunes, Caldera comunicó a Arenas el deseo del PSOE de iniciar «cuanto antes» los contactos para proceder al relevo, una pretensión que fue acogida de forma positiva por el vicepresidente, que ofreció hacer el traspaso de la forma «más elegante posible». El martes, volvieron a hablar en, al menos, dos ocasiones y pactaron la reunión de ayer. El PSOE acudió a la cita con la idea de establecer un protocolo de actuación consistente en el envío de técnicos de su partido a los ministerios la próxima semana para que cuando los nuevos ministros tomen posesión de sus cargos estén al corriente de todos los asuntos del departamento.