| Crónica | Primer viaje |
ZP y Mohamed firman la paz
Como manda la tradición. Primer destino: Marruecos. José Luis Rodríguez Zapatero respetará la costumbre que han mantenido todos los presidentes del Gobierno en la democracia y realizará su primer viaje de Estado después de ser investido jefe del Ejecutivo a Marruecos. Una visita que pretende dar un giro de 180 grados a las maltrechas relaciones mantenidas entre los gobiernos de José María Aznar y los nombrados por el monarca Mohamed VI. No habían pasado ni 24 horas desde que se alzó con el triunfo de las elecciones generales y el líder del PSOE ya mostró su total disponibilidad para reconducir los vínculos diplomáticos de los dos países. El primer paso para allanar el camino hacia unas «excelentes relaciones» fue la conversación que mantuvieron ayer por la mañana Mohamed VI y Rodríguez Zapatero. Después de transmitirle sus condolencias por los atentados de Madrid, el monarca alauí felicitó al secretario general del PSOE por su victoria electoral y trasladó su deseo de reafirmar la amistad y la buena vecindad de los dos reinos por los intereses geoestratégicos, económicos y de civilización que tienen en común. Según la agencia marroquí MAP, el futuro «presidente de España» expresó a Mohamed VI su «entera disposición» para reforzar los lazos de ambos países hasta «el nivel de las aspiraciones de los dos pueblos». Unas relaciones mejores que las actuales a pesar de que el Gobierno del PP intentó recuperar en el último año los lazos con el reino alauí. Marruecos rompió en el 2001 sus relaciones diplomáticas con España por motivos que nunca aclaró. En diciembre de ese mismo año, Rodríguez Zapatero se aventuró a viajar a Rabat como jefe de la oposición para tratar de rebajar la tensión. Su visita, sin embargo, motivó que el Gobierno de Aznar calificara su actitud de «desleal» y que las autoridades de aquel país aprovecharan su presencia para incomodar al Ejecutivo del PP con un recibimiento por todo lo alto. A diferencia de los populares, blanco favorito de las críticas de la prensa marroquí, los socialistas gozan de buena imagen desde que Felipe González firmara en 1991 el tratado de amistad y cooperación bilateral. Aunque Rodríguez Zapatero volvió de aquel viaje con el compromiso del entonces primer ministro, Abderramán Yusufi, de que el embajador regresaría pronto a Madrid, siete meses después no sólo no había vuelto, sino que Marruecos invadió el islote de Perejil. El líder del PSOE no vaciló en cerrar filas con el Gobierno, al que instó a dialogar para abordar el conflicto, y respaldó su actuación al advertir a Marruecos que no intentara cuestionar la españolidad de Ceuta y Melilla. A diferencia de los populares, blanco favorito de las críticas de la prensa marroquí, los socialistas gozan de buena imagen en Rabat. El rey alauí llamó ayer a Zapatero