Los servicios secretos se sienten utilizados por el Ejecutivo saliente
Malestar, indignación, estupor, desmoralización. Cualquiera de estos términos describe el estado de ánimo que provocó en el Centro Nacional de Inteligencia la decisión del Gobierno en funciones de desclasificar una parte de sus informes sobre la posible autoría de los atentados en Madrid. Responsables de los servicios secretos no ocultaron su malestar porque entienden que el Ejecutivo actuó en beneficio propio por encima del interés del Estado. Según estas fuentes, el Gobierno en funciones ha roto «el pacto básico de confianza que garantizaba que el Centro pudiera desarrollar profesionalmente su labor con unos informes que no van a estar en el debate político». Miembros del CNI resaltan el enorme daño causado a la institución y a su credibilidad internacional porque el simple hecho de que el Gobierno, «por una decisión arbitraria en beneficio de sus propios intereses», desclasifique unos documentos secretos genera una desconfianza total en los servicios de inteligencia de todos los países. Esta decisión, aseguran, coloca a los servicios españoles como «no fiables a la hora de facilitarles información que pueda ser mal utilizada por sus responsables políticos y poner en peligro fuentes de información y operaciones que han costado muchos años y esfuerzos». El Gobierno comunicó a los responsables del CNI su decisión de desclasificar los dos informes sobre el 11-M apenas cinco minutos antes de hacerla efectiva. Los expertos del centro en la lucha antiterrorista han sufrido, según fuentes internas, «un duro golpe a su moral e ilusión». Llevan horas y horas trabajando para descubrir a los culpables, pero han visto cómo se «quiebran las reglas básicas de funcionamiento del Estado en beneficio personal de los miembros de un Gobierno derrotado en las urnas». Reclaman que si el Gobiernoquiere desclasificar los informes sobre el 11-M, que «sean todos los que tiene y no sólo los que le interesa, por que hay más de los que ha dado a conocer a la opinión pública».