«Acabamos de canjear todavía a euros 2.000 pesetas desde Angola»

Un goteo de billetes de las antiguas pesetas sigue llegando todavía hoy a las oficinas del Banco de España, a un ritmo que oscila en torno a los mil millones por mes para el conjunto del Estado, si bien cada vez más decreciente. En el caso de León su director, Bonifacio Gento, no se atreve a dar cifras, pero estima que podría ser de unas veinte personas diarias, cada una de las cuales lleva a cambiar una media de diez mil o quince mil pesetas, a menudo en moneda fraccionaria o en billetes viejos que aparecen entre las ropas o en los lugares más insospechados de cada casa. Al contrario de hace dos años, cuando había colas para canjear el dinero en grandes cantidades, a una media de hasta dos millones de pesetas por cliente en todo tipo de entidades bancarias, ahora el Banco de España es el único que puede realizar esta operación y sus empleados relatan todo tipo de anécdotas. «Tenemos desde huchas olvidadas con monedas de duro o cinco duros hasta un caso curioso que nos pasó esta misma semana, cuando vino un señor, que decía haber regresado de Luanda, la capital de Angola, donde le habían vendido unos vaqueros de segunda mano en uno de cuyos bolsillos había un billete de dos mil pesetas, así que se lo cambiamos a euros».