Identifican al cabecilla del 11-M y a cinco de los ocho autores materiales

Los servicios de Información de la Policía han puesto en las últimas horas rostro y nombre a buena parte de los terroristas que el 11 de marzo abordaron en la estación de Alcalá de Henares los cuatro trenes en los que abandonaron las trece mochilas bomba que provocaron la masacre. Fueron, al menos, ocho activistas. Cinco de ellos ya han sido identificados sin género de dudas por los investigadores, los testigos y por los propios detenidos. Además, los funcionarios conocen ya quién dirigió desde una casa del Corredor del Henares la operación terrorista. Pese a las identificaciones, sólo dos de los autores materiales de la matanza están ya detenidos. Según desvelaron fuentes de la lucha antiterrorista, el primero de los activistas capturados que colocó personalmente las bombas en los trenes de cercanías es Jamal Zougam, el tangerino de 30 años al que desde un principio la Policía dio un papel relevante en la trama del 11-M, y que fue detenido en Lavapiés dos días después de los atentados junto a su hermanastro Mohamed Chaoui y su empleado Momamed Bakali. El segundo de los detenidos es el también tangerino Abderrahim Zbaj o Zbakh, de 33 años, que fue capturado el 18 de marzo en la segunda redada de la Policía realizada en Lavapiés, Meco y Alcalá de Henares. A rostro descubierto Zbaj, amigo de Zougam, aparece «nítidamente» en las imágenes captadas por las cámaras de seguridad cercanas a la estación de la ciudad complutense, ya que es uno de los terroristas que no se cubrió la cara con gorro ni bufanda. Este marroquí, que el pasado lunes ingresó en la prisión de Soto del Real acusado de ser coautor de 190 asesinatos y que se ha mostrado duro y frío durante los interrogatorios, fue el activista que se encargó de confeccionar las mochilas-bombas, de repartir los explosivos entre los diferentes bultos, de conectar los detonadores de aluminio y cobre y de manipular los teléfonos móviles para que las alarmas de los aparatos sirvieran de temporizadores. Abderrahim Zbaj, inmigrante residente en España desde 1999, tiene conocimientos sobre electrónica y física -explicaron mandos policiales- «muy avanzados». No en vano es licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Tetuán, centro en el que estudió otro de los detenidos, Bekali, un mecánico del que también se sospecha que pudo colaborar en la fabricación de las bombas. En paradero desconocido se encuentra el máximo responsable la célula islamista que perpetró los atentados. Los servicios de Información sólo han desvelado que se trata de un marroquí, residente en el Corredor del Henares. La Policía mantiene un vasto dispositivo de búsqueda entre sus familiares, amigos y conocidos, ya que se supone que no habría podido abandonar España. El supuesto cabecilla de la célula está huido desde que el 13 de marzo se produjeran los primeros arrestos, entre ellos el de su presunto lugarteniente y jefe del operativo que llevó a cabo los atentados, Jamal Zougam.