Desahogo popular en Vista Alegre

Fue un desahogo. Los miles de simpatizantes del PP apenas podían contener su desesperación por la derrota, que en algunos casos se convertía en ira. Los gritos, la mayor parte de las veces de apoyo, pero también los insultos al PSOE y a algunos medios de comunicación no cesaron durante las dos horas del acto. En algunos momentos, dirigentes del PP se vieron obligados a pedir calma con las manos a los asistentes. «Grupo Prisa, España no se pisa», «Fuera la Ser», «Manipulación», fueron algunos de las consignas más coreadas. En una pancarta podía leerse la frase «La Ser, Tele 5 y Rubalcaba en la cárcel mejor estaban» y, en otra, «Zapatero, marioneta de Polanco». Por encima de estas pancartas destacaban los anuncios de la cadena Cope, instalados por toda la plaza. El ministro Ángel Acebes fue uno de los más aclamados. «Dales caña» Pero hubo también momentos para la sonrisa. «Mariano, Mariano, Mariano es cojonudo» gritó el personal, que también le cantó a Rajoy, que ayer cumplía 49 años, el «cumpleaños feliz». Poco después, la misma plaza le pedía a coro al secretario general: «Dales caña». Y Rajoy se la dio, aunque sin apartarse de la corrección. «Las cosas son como son. Esto ya pasó», dijo, en un arranque de sentido común frente al paroxismo general. En el auditorio, repleto hasta el punto de que mucha gente se quedó fuera por falta de aforo, había personas de todas las edades y de todas las procedencias. «¿Tú de donde vienes», le preguntó una señora a otra mujer que se abría paso entre el gentío. «De Bilbao», contestó ésta. «¿Ves como todos los vascos no son iguales?», le espetó la primera a su compañera. Y los había que venían de más lejos, como otra señora que aseguraba llegar en ese momento de La Coruña «para agradecerle a Aznar todo lo que ha hecho por España». Y es que España fue una de las palabras más pronunciadas en la fría mañana madrileña en la plaza de Carabanchel. Por el público y por los oradores. Tanto, que Aznar fi nalizó su discurso con un sonoro «viva el PP y viva España» que provocó el delirio general entre los miles de militantes y simpatizantes populares que se reunieron en la plaza madrileña para «desagraviar» a sus líderes. «Me voy con la frente alta, la conciencia tranquila, las manos limpias y diciendo a los españoles la verdad» JOSÉ MARÍA AZNAR Presidente en funciones