El juez Del Olmo interroga a los últimos cinco detenidos por el 11-M

El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo alargó hasta esta madrugada los interrogatorios de los últimos cinco detenidos en relación a los atentados del once de marzo en Madrid. Los cuatro marroquíes y el sirio arrestados en las redadas desarrolladas el miércoles y el jueves de la pasada semana en Madrid y Toledo declararon incomunicados y asistidos por un abogado de oficio. Aunque los cinco sospechosos llegaron a las 11.30 horas a la Audiencia rodeados de un vasto dispositivo de seguridad -incluidos coches camuflados y contravigilancias- el instructor no comenzó los interrogatorios hasta las 18.00 horas de la tarde, ya que antes, tanto el magistrado como la fiscal Olga Sánchez tuvieron que leerse los centenares de folios del nuevo atestado policial que llegó junto a los arrestados. El primero en pasar por el Juzgado Central del Instrucción número seis fue el marroquí Hamid Ahmidam, marroquí, capturado en el madrileño barrio de Usera. El magrebí, según fuentes judiciales, respondió sin problemas a las preguntas de Del Olmo y Sánchez por espacio de una hora y 45 minutos. El siguiente fue su hermano, Said Ahmidam. El detenido, que en los interrogatorios en la sede de la Comisaría General de Información de la Policía se negó en todo momento a contestar a los interrogantes de los investigadores, en la Audiencia Nacional se mostró menos parco y, aunque no se mostró colaborador, sí que respondió durante una hora y cuarto a las preguntas del instructor. El tercero en declarar fue el también marroquí Almallah Dabas Mouhamad, capturado en Madrid, quien entró en el despacho de Del Olmo a las 20.50 horas. El magistrado reservó para el final de los interrogatorios a los dos sospechosos capturados en la localidad toledana de Ugena: el albañil sirio Basel Ghayoun, de 25 años, y el también obrero de la construcción Fouad El Morabit Anghar, de 28 años, de nacionalidad marroquí y ex residente en Alemania. 191 víctimas Una víctima más del atentado del 11 de marzo murió ayer en el hospital Doce de Octubre. Con esta muerte el número oficial de defunciones provocadas por la masacre se eleva ya a 191. La fallecida es una mujer de 49 años, residente en Madrid, que se encontraba en estado grave como consecuencia de las heridas que le produjo el estallido de una de las bombas colocadas por los terroristas en varios trenes de cercanías que se dirigían a la estación de Atocha. Su identidad no ha sido facilitada. Desde el día en el que se produjeron los atentados han muerto en los hospitales de Madrid 14 personas, incluida esta última víctima. El resto de los fallecimientos registrados tuvieron lugar en la propia jornada del crimen y en casi todos ellos, en el mismo escenario. «Los asesinos no tienen patria». Marroquíes, argelinos y latinoamericanos residentes en Madrid se congregaron este lunes en la estación de ferrocarril de Atocha para rendir homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de marzo. Quisieron demostrar que ni su raza ni su religión les impide rechazar el terrorismo como cualquier otro ciudadano. «Nosotros -dijo uno de los asistentes a la ceremonia- nada tenemos que ver con los homicidas». Los congregados, además, quisieron denunciar y atajar «con gestos como éste» los brotes de racismo que han comenzado a padecer a raíz de la masacre. Cientos de cirios alumbraron un acto en el que el presidente de la Asociación Cultural Islámica, Ahlul Bait, Abdul Chany, leyó el manifiesto «Unidos contra el terrorismo».