| Análisis | El futuro en el FMI |
Rato depende de Chirac
En Bruselas a nadie se le escapa el aborrecimiento que Chirac muestra por cualquier persona vinculada con Aznar, actitud que comparte el candiller alemán Schröder
Hace un mes era prácticamente el único candidato. Hace una semana, todavía era el nombre que sonaba más fuerte. Pero ahora, a Rodrigo Rato se le puede escapar de las manos la dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI) debido al veto que el presidente francés, Jacques Chirac -apoyado por el canciller alemán Gerhard Schröder-, parece dispuesto a ejercer sobre el que fuera número dos de Aznar. El diario francés Le Monde todavía utilizaba el pasado día 9 el término de «incontestable» para referirse a la candidatura de Rato. Es más, eliminaba una a una las opciones que pudiese tener Francia para acceder a este puesto, debido a que ya existe un francés, Jean-Claude Trichet, al frente del Banco Central Europeo (BCE) y otro más, Jean Lemierre, capitaneando el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD). Berlín también contaría con escasas opciones, pues es el alemán Horst Köhler ha sido el último director del FMI. Aun así, en Bruselas a nadie se le escapa el aborrecimiento que Chirac muestra por cualquier persona vinculada con Aznar, actitud que compartiría Schröder. A esto hay que añadir que el eje franco-alemán es muy poco dado a ceder en favor de terceros los mendrugos de pan que se pueden merendar ellos mismos. Chirac y Schröder están convencidos de que España, la cuarta economía más importante del euro, ya tiene bastante con haber colocado al español José Manuel Rodríguez Páramo entre los seis puestos de la ejecutiva del BCE. Por si todavía quedaban dudas de hasta donde está dispuesta a llegar la alianza franco-alemana, el semanario germano Der Spiegel aludió a la existencia de un pacto alcanzado entre Chirac y Schröder, por el cual el líder alemán apoyaría al banquero galo Jean Lemierre, actual presidente del BERD, para el puesto al que aspira Rato, a cambio de Chirac apoye a un alemán para cubrir la vacante que dejaría Lemierre y otro para ocupar el supuesto de «supercomisario» de Asuntos Económicos.